El Fuerte.- Si sigues buscando el lugar perfecto para vacacionar en semana santa, cuidando la sana distancia y además, disfrutando de nuevos y hermosos lugares, entonces no tienes que ir muy lejos; Sinaloa tiene muchos lugares con esas características, donde el descanso y la diversión van de la mano. El municipio de El Fuerte, es uno de ellos.
Te sugerimos: ¿Quieres dejar tus tenis viejos como nuevos? Este Tiktoker te dice cómo
El Fuerte es un pueblo mágico, es una aventura, es un lugar rico en cultura, naturaleza e historia, y lo tenemos al alcance de la mano. Siendo uno de los municipios con mayor valor histórico de Sinaloa, esta ciudad colonial nos recuerda a cada paso nuestra herencia indígena y mestiza. Sus bellezas naturales nos ofrecen la oportunidad de hacer paseos únicos, vigorosos y llenos de belleza. Si lo que estás buscando es un lugar para que tú y tus seres queridos puedan descansar y disfrutar, entonces el Fuerte es para ti.
Para quienes no lo conocen, el municipio se encuentra al norte del estado de Sinaloa, a unos ochenta kilómetros de Los Mochis, por la carretera estatal 23. Si no tienes auto, desde Culiacán y Los Mochis hay varias salidas de autobuses hacia el Fuerte, en precios accesibles, en promedio, desde la capital del estado, en camión se hacen unas tres horas y media. Pero, ¿qué hacer en El Fuerte?
Aprovechemos nuestro descanso de Semana Santa, iniciando nuestro recorrido llegaremos al primer cuadro de la ciudad, donde las casonas, con sus las fachadas de colores vivos y alegres, y sus calles empedradas, te dan la bienvenida. Pasaremos a la Plaza de armas, con su bello quiosco, frente al Palacio Municipal con arquitectura señorial. También encontraremos la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, construcción que data del siglo XVIII.
Como seguro ya tendrás hambre, para desayunar puedes pasar a la Posada de Hidalgo o a los puestos de los alrededores, la posada es una antigua casona de más de 250 años que ahora es un hotel, cuenta la leyenda que justo ahí nació, en 1975, el legendario personaje de El Zorro, Don Diego de la Vega, quien vivió ahí los primeros años de su vida, antes de mudarse a California.
“Panza llena, corazón contento” dicta el dicho popular, y después de desayunar, pasemos al Museo-Fuerte-Mirador, el antiguo fuerte militar que le dio nombre a la ciudad. En él puedes conocer la historia del municipio, disfrutar de la arquitectura original y admirar la espectacular vista en la que puedes divisar todo el Valle de Carapoa, el Río Fuerte y más allá, la Presa Miguel Hidalgo.
Si lo tuyo es la aventura, una de las principales y más divertidas actividades eco-turísticas de El Fuerte es, sin duda, el paseo en balsa por el Río Fuerte. En el recorrido podremos observar gran cantidad de aves como el halcón negro, el águila pescadora, la garza verde, las cigüeñas y el cardenal rojo, entre otros. Además, a las orillas del río se encuentra el Cerro de la Máscara, conocido porque en la zona hay cientos de petroglifos realizados por los Cahitas hace más de mil años.
Para disfrutar con tu familia, encontrarás ‘La Galera’ un parque natural en donde encontraras restaurante, andador para caminatas, tirolesa, asadores a la sombra de frondosos árboles, estacionamiento, un puente colgante y muchos rinconcitos adecuados para el descanso y el esparcimiento familiar.
Al terminar tu recorrido, no pierdas la oportunidad de disfrutar los exquisitos guisos con cauques (langostinos de río) y de lobina que son especialidad de los lugareños del Río Fuerte; para refrescarte, te recomendamos el tradicional tejuino, el agua de chía y la cebada, bebidas de gran sabor.
Ahora bien, si prefieres una experiencia mística y en comunión con nuestras raíces, en Semana Santa es la mejor época para visitar y vivir las costumbres mayo-yoremes, cuando las comunidades nos dan muestra de sus tradiciones en todo su esplendor: fiestas pródigas de baile, música y platillos regionales. Podrías visitar Mochicahui, el Tehueco o uno de los siete centros ceremoniales que tiene la región.
En el Tehueco podrás encontrar la vieja misión jesuita, la iglesia de Dolores y el museo comunitario Miguel Ángel Morales Ibarra, donde se exhiben objetos de la tradición ceremonial; además, Semana Santa es la gran fiesta, donde las pascolas y la danza del venado, se realizan en todo su esplendor; seguramente los judíos y los matachines serán los protagonistas de tu recorrido.
Como una recomendación especial, no te vayas de El Fuerte sin probar el ‘guacabaqui’, un platillo tradicional con zanahoria, garbanzo, elote, calabazas, papas, col, acelgas y carne, sazonados con chile de árbol. Está para chuparse los dedos.
Anímate a recorrer El Fuerte, como siempre, te recomendamos llevar agua suficiente para hidratarte durante el recorrido, disfrutar con tus seres queridos, y cuidar la sana distancia; además, no olvides tener bien cargado el celular, porque las fotografías que obtendrás serán espectaculares.
