Guasave, Sin.- Tenía apenas dos años de edad cuando un fatídico día le subió la temperatura, gracias a los medicamentos le bajó, pero la hinchazón de su pancita era evidente. Lo peor vino días después al bañarlo.
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Alejandra, madre del pequeño Héctor, de apenas seis años de edad, no puede contener las lágrimas cuando trata de hablar del proceso, ha sido muy doloroso, de inicio le dijeron en Guasave, que se trataba de una bola de masa, que no se preocupara, pero optó por llevarlo con otro médico, lo transfirieron al Hospital Pediátrico de Sinaloa y después de una tomografía le dieron el diagnóstico: tumores de Wilms o cáncer de riñón.
“Héctor tuvo un tumor de wilms metastásico a pulmón y abdomen completo con 18 tumores en el pulmón y 22 en el abdomen y el del riñón, que pesó más de medio kilo”.
¿Cuándo le detectaron el cáncer?
“A los dos años, Héctor empezó a tener fiebre y el abdomen abultado y un día lo iba a bañar, le levantamos sus manitas y se le saltó su bolita aquí. Inmediatamente lo operan, Ganac me consiguió el equipo”, narró.
A Héctor lo tienen en tratamiento y es uno de los 159 niños que son atendidos por Ganac, hoy iba vestido de Batman, su madre lo sostenía en brazos, sin poder contener las lágrimas, pero carcajea con el relato del pequeño cuando asegura que tiene súper poderes, con ellos deshizo la “bola” que tenía.
“Batman, ya hice valiente la ‘bola’”.
¿La eliminaste?
“Sí, ya me la sacaron, todas”.
¿Lo lograste entonces?
“Sí, que ya estoy bien. Ya tengo sueño, cama. Ya tengo sueño”, dijo para terminar la entrevista.
Hace 21 días que a Héctor le retiraron el riñón, actualmente seis especialistas están al tanto de su vigilancia, ya ha superado muchas de las etapas propias del cáncer, entre ellas las quimioterapias, pero espera poder vencer a la enfermedad por completo.
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Hoy necesita de tu ayuda, es una verdadera historia de vida, un guerrero en potencia, ¡Un milagro! que está llamado a la puerta de aquellos voluntarios que a través de su aportación a Ganac puedan salvar la vida de los niños que padecen este terrible mal, no sólo con él, sino para quienes lo están requiriendo.
