Guasave, Sin.- A dos años de la tragedia del El Chaleco no se asoma la justicia para la familia que perdió algo más que su hogar en aquel fatídico lunes 05 de diciembre del 2016, ellos perdieron una madre, esposa, hija y nuera cuando aquella explosión en una vivienda a metros de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario estremeció toda la ciudad.
Iris, madre de tres pequeños es una pérdida que aún mueve las fibras y que se mezcla con el sentimiento de impotencia por que las autoridades no han actuado para hacer menos pesado el sufrimiento, o al menos así lo sienten y lo reprochan entre lágrimas.
Doña Marisela Limón, que junto con su esposo atiende a sus tres nietos mientras su hijo Joel trabaja día y noche como conductor de camiones, narra que esa explosión no solo derrumbó su hogar y cimbró los cimientos de las viviendas a su alrededor, sino que cambió drásticamente la vida de los integrantes de la familia León.
Hoy viven en una casa prestada recibiendo apoyo de sus familiares y amigos, aseguran que sin la ayuda de las autoridades la vida desde entonces ha sido muy difícil, no hay día en que no recuerden la tragedia y hoy que es aniversario la pesadumbre es más, sobre todo porque no han recibido la justicia que reclaman.
“Son injustas a dos años no se ha hecho nada, es muy triste esta vida, nos cambió la vida de un día para otro sin quedarnos ni con la ropa que traíamos puesta, nos quedó la tristeza, el dolor, el quedarnos sin mi nuera, esperando a ver que rato nos ayudan”, manifestó.
Reviviendo los momentos que han marcado sus vidas, las víctimas de la explosión insisten en que se trata de una injusticia, pues las autoridades no han actuado pese a que hay pruebas de que el accidente fue detonado por una antena de telefonía ubicada a un costado de lo que fue su vivienda.
El saldo de ese 5 de diciembre de hace dos años fue una madre de familia que perdió la vida, tres pequeños que se quedaron sin un abrazo maternal del ser que les dio la vida y una experiencia que parece difícil que el tiempo haga superar, porque hay ausencias que no se olvidan y la espera de justicia no les deja tranquila el alma.
