Los Mochis, Sin.– Afectaciones psicológicas tanto de niños como de padres de familia y, lo más grave, quemaduras y hasta mutilaciones de extremidades, son algunas de las consecuencias que deja el maniobrar pirotecnia durante las festividades decembrinas.
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Jesús María Castro Acosta, tesorero de Fundación Shriners del Estado de Sinaloa señaló que, año tras año, se presenta la misma situación: padres de familia obsequian “cuetes” a sus hijos y, en un descuido, se presenta un accidente. O, los menores, aprovechando la venta sin control de pirotecnia, compran en alguna tienda de la esquina, que ya en su poder, sobreviene la explosión que les deja serias lesiones.
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Aseveró que, en todos los escenarios, donde los niños y adolescentes resultan con lesiones por jugar con pirotecnia, además del proceso de recuperación de los menores, sobreviene una fuerte carga emocional de culpabilidad entre los padres de familia por permitir el acceso a los “cohetes”.
“Se siente culpable de haber permitido que su hijo sufriera ese accidente y el accidente, a veces, si son muy traumáticos, muy fuertes, muy profundas las heridas, muchos de ellos, pues, logran superarlo y más los niños que tienen las posibilidades de defensas y su pielecita y su cuerpo está en evolución y, entonces, logran que no les queden muchas secuelas”.
“Ya ve que han sucedido muchos casos, nos han tocado que han perdido dedos de las manos, la mano”, resaltó Castro Acosta.
El representante de Fundación Shriners del Estado de Sinaloa puntualizó que es muy importante que los padres de familia prevengan cualquier incidente evitando comprar pirotecnia a los niños y adolescentes.
Pero, también, subrayó, es fundamental que las autoridades trabajen de manera coordinada para evitar la comercialización y distribución de pirotecnia en las calles y comercios.