Narran defraudados su testimonio en la compra de lotes

Los Mochis, Sin.- Don Vicente no habitaba el solar que compró hace doce años por no tener recursos para construir una casita ?bien?, ya que con mucho esfuerzo logró pagar el terreno y procuraba escriturarlo pero las trácalas cometidas por los fraccionadores le impidieron hacerlo.Así lo explica don Vicente, quien es uno de los propietarios del fraccionamiento Cirilo Mena que se disputan la posesión del predio con el colegio Sor Juana.?Nos fraudearon con los lotes, es un fraude que se cometió porque las mojas no debieron haber comprado sabiendo que ya estábamos adelantados nosotros con los pagos  de los solares, y resulta que el gobierno es aliado de los que tienen dinero, no del pueblo. Nosotros tenemos doce años pagando estos solares, no logré escriturar porque el ingeniero Islas no registró en Obras Públicas, entonces cuando yo le pedí mis escrituras me dijo: deje acabalar 150 para que nos salga más barato, a la fecha se murió y se acabó el corrido?, dijo.Otra de las personas que siente el temor del inminente riesgo de perder su patrimonio adquirido con mucho sacrificio es la señora Mariana Solís, quien pide a las autoridades que intervengan para que este fraude no quede impune:?Emeterio malamente les vendió a las monjas, porque él mismo, cuando nosotros estábamos abonando nuestros solares en la oficina donde se abonaban, él ahí estaba sentado cerca de la secretaria recibiendo el dinero que nosotros abonábamos y así les vendió a otras personas. Entonces él es el culpable de lo que está pasando. Se hicieron varias demandas pero no sé por que no se prosiguieron. Yo compré dos solares, son 25 mil  pesos que pagué y que inclusive me quedé sin comer porque somos gente pobre.? Ellos argumentan que al igual que alrededor de 200 personas más compraron los terrenos hace doce años a una sociedad integrada por el ejidatario Emeterio Echeverría  y el fraccionador Ezequiel Islas, quienes posteriormente disolvieron su sociedad sin registrar la venta de los lotes ante el Registro Publico de la Propiedad y posteriormente volvieron a vender los mismo terrenos al colegio Sor Juana.