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Guasave, Sin.- La muerte de Araceli, la mujer de 48 años que falleció el pasado sábado a consecuencia de la ingesta voluntaria de pastillas de fosfuro de aluminio, puso en riesgo la vida no solo de sus familiares, sino del personal médico que la atendió, los derechohabientes que se encontraban en la clínica y los empleados de la funeraria que acudieron por el cuerpo.
Así lo dio a conocer el comandante de Bomberos, Jorge Morales, al referir que los únicos que cuentan con los equipos para el manejo de este tipo de productos son ellos, entonces no saben por qué no se les notificó, tal es el caso de que hay que estar pendientes de la situación médica de las personas que por alguna razón estuvieron en contacto o cercanía con el cuerpo.
“Me di por enterado a través de las redes sociales, nosotros lo tenemos considerado como altamente peligroso, correspondía haber informado y llevar a cabo los protocolos, proteger a los derechohabientes y al mismo personal médico de la clínica. Proceder bajo las estrictas medidas de seguridad, ahora pues los equipos de seguridad, los encapsulados que nosotros usamos, pues nadie los tiene, ¿cómo le hicieron? pero de que se pusieron en riesgo y todavía existe el riesgo, el paciente al poco tiempo empieza a desprender los gases”, alertó.
Cabe destacar que Araceli ingresó a las 10:20 horas a la Clínica 32 del IMSS, duró cinco horas luchando por su vida, a las 15: 40 se registró su deceso, pero a la dirección de Seguridad Pública se dio aviso 40 minutos después. El mismo director de Protección Civil municipal, Hidelfonso Castro, reconoció que ellos tuvieron el reporte a las 14:52 de parte de la dirección del nosocomio, con la presunción de que el producto que se había ingerido era este potente veneno.
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El fosfuro de aluminio es tan tóxico que desde los primeros minutos en que se ingiere, el cuerpo empieza a despedir vapores, incluso a través de los poros de la piel, razón por la cual se debe cerrar los lugares en los que se encuentra y el mismo lugar donde se le atiende, dijo el comandante de Bomberos, tal y como se ha realizado en los dos casos anteriores registrados en Guasave, uno de ellos con final afortunado, pues la ingesta de bebidas embriagantes hicieron vomitar al paciente y no falleció.
