Madre de ahomense en Libia ruega a Dios regrese pronto

Los Mochis, Sin.- El mochitense Ángel Omar Puente Miranda, quien está atrapado en el conflicto civil en Libia, a donde se fue a trabajar en marzo pasado con una compañía constructora de Lázaro Cárdenas, Michoacán, estudió licenciatura Sistemas Computacionales en la Universidad de Occidente unidad Los Mochis. Desde su egreso de la universidad, Ángel Omar, de 32 años, buscó trabajo en diferentes empresas locales e incluso se fue un tiempo a Estados Unidos a probar suerte, pero luego regresó y se fue a trabajar a Tabasco, después a Veracruz, hasta que finalmente se colocó en la empresa de ingeniería y construcción que lo envió hacia Libia. Así lo relató con voz apenas audible la mamá de Ángel Omar, la señora Dora Alicia Miranda, quien con lágrimas en sus ojos de color claro y una profunda mortificación reflejada en el rostro, pidió a Línea Directa no ser grabada, aunque agradeció el interés de la opinión pública por la situación de su hijo. Entrevistada detrás de la ventana del abarrote que tiene en su domicilio en la colonia Las Malvinas, mientras despachaba a los clientes, la preocupada madre dice que lo único que le interesa es confiar en Dios de que su hijo regresará a casa a este fin de semana, pues por las cortas llamadas que les ha podido hacer les ha informado que está bien y que junto con sus compatriotas mexicanos espera salir por barco hacia Roma, desde donde emprenderían un vuelo que les permita volver a México. La señora Dora Alicia admite estar orgullosa de su hijo, quien en busca de mejores oportunidades se atrevió a irse a un país desconocido tan lejano, con idioma y comida completamente extraños, pero con el firme propósito de sacar adelante a su familia. El caso de Ángel Omar, quien tiene un hermano mayor de nombre Sergio, igual que su papá, Sergio Puente, y una hermana menor, fue dado a conocer por su esposa, Roda Martínez Maldonado, quien también muy mortificada por su situación pidió ayuda a los medios informativos y al Gobierno Federal para que su esposo pronto vuelva a su hogar, en el cual tienen tres pequeños hijos.