Culiacán, Sin.- La capital sinaloense es tierra de leyendas y algunas de estas van más allá del territorio sinaloense; Lupita, la novia de Culiacán es una de esas historias que se han contado una y otra vez, llegando así a las artes escénicas bajo la dirección de Lázaro Fernando Rodríguez Gastélum.
El actor y creador sinaloense le está dando vida a la obra “Erase una vez la novia”, de Alejandro Román, la cual cuenta la historia de Lupita, una mujer afligida que lamentaba la muerte de su enamorado al pie del altar. La leyenda de aquella dama que en su vejez se paseaba por las calles de la ciudad con un vestido de novia, llega a Cuernavaca, Morelos.
Lo anunció el propio Lázaro Fernando Rodríguez Gastélum, quien publicó una foto junto al gobernador Cuauhtémoc Blanco y el reconocido actor mexicano Jesús Ochoa, en la cual escribió lo siguiente:
“Mi amigo, el gran actor mexicano Jesús “Choby” Ochoa y el gobernador del estado de Morelos Cuauhtémoc Blanco, para algunos el mejor futbolista, invitan hoy martes 5 de julio a la presentación de la obra “Érase una vez la novia” de Alejandro Román, con Sabaiba Teatro, bajo la dirección de Lázaro Fernando.
Les di chance que se tomaran una foto conmigo.
El Cuauhtémoc es el anfitrión.
Si tienen familiares o amigos en Cuernavaca invitenlos, la entrada es libre”, se lee en la publicación.
La presentación será en punto de las 7:00 pm en el Centro Cultural Teopanzolco, de Cuernavaca, donde la magia y encanto de Culiacán podrán sentirse a través de una obra viva, una que para muchas personas deambula no sólo por las calles de Culiacán como Lupita, si no en territorio nacional.
A SABER
Guadalupe Leyva Flores fue una mujer que vagaba por las calles de Culiacán. Locatarios del mercado Garmendia y visitantes le daban alimento.
La mujer pasaba las noches en el emblemático Hospital del Carmen, el cual hoy se aprecia como un guardián silencioso del tiempo que atesora cientos de historias en su interior.
Durante casi treinta años Lupita pasó su vida entre Culiacán, San Lorenzo Viejo e Higuera de Zaragoza, Sinaloa. Se cuenta que su novio fue asesinado al pie del altar, sin embargo, hay quienes han desmentido la historia.
