?Le pido a Dios que venga bien?

Guasave, Sin.- Aimé es una de las 30 mujeres que están a
cargo del Centro Terapéutico Valle Verde y una de las dos jovencitas que se
encuentran en estado de gravidez; está a punto de dar a la luz y su única
preocupación en este momento es que su hijo venga bien.
Entrevistada por Línea Directa cuando recogía los platos y
limpiaba la mesa donde apenas unos minutos antes habían desayunado las visitas
que muy escasamente acuden al lugar, la jovencita de apenas 18 años de edad
aceptó contar su historia para que sirva de ejemplo a quienes como ella han
ingresado al mundo de las drogas afectando con ello a quienes están a su
alrededor y en muchas ocasiones a quienes más aman.
?Yo pensé con eso, con el cristal, mirando a mis amigos dije
yo, voy a ver qué se siente?, dijo.
 -¿Ya estabas
embarazada cuando te drogabas?
?Ya, sí sabía (que le hacía daño) pero seguía consumiendo;
me siento mal porque yo no pensaba nada, no me importaba lo que le podía haber
pasado. Ahora sí capto lo que le puede pasar y le pido a Dios que venga bien?,
expresó con voz entrecortada.
Tiene apenas cuatro meses internada en el centro de
adicciones, fue llevada por su madre con engaños diciéndole que la llevaría al
médico para que la revisara por su embarazo y decidió dejarla en la clínica de
donde ahora no quiere salir porque refiere que está mejor adentro pues de no
haber sido así, quién sabe dónde estuviera.
Aimé dice que empezó a drogarse hace poco más de un año
comprando la sustancia con el dinero que le daba su madre; en el ambiente
conoció a un muchacho adicto también con el que se ?juntó? y del que hoy espera
un hijo, pero del que tuvo que olvidarse para buscar el bienestar de su bebé
que está a punto de nacer y que ya sabe que será un varoncito.IN