Culiacán, Sinaloa. En audiencia de Individualización de Sanciones y Reparación del Daño, la jueza de control condenó a Luis Antonio, a una pena de prisión de 20 años, 4 meses y 6 días, por los delitos de Homicidio Calificado con Ventaja, Homicidio Calificado con Ventaja en Grado de Tentativa, Abuso de Autoridad y Delitos Cometidos por Servidores Públicos.
Los hechos por los cuales se le condena ocurrieron el 27 de enero de 2020, en el templete de la presa Sanalona, ubicado en la sindicatura de Sanalona, Culiacán.
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Ese día, Andrea y Carolina, además Dulce y Julio César, viajaban en un automóvil, cuando los agentes de la PEP los atacaron a balazos.
En el lugar fallecieron las primas Andrea y Carolina, y resultaron ilesas las otras dos personas, quiénes después denunciaron irregularidades en las investigaciones de este hecho.
Además de la pena en prisión, Luis Antonio tendrá que pagar por concepto de reparación del daño 696 mil pesos para cada uno de los ofendidos por indemnización por muerte y gastos funerarios; también la cantidad de 31 mil 200 para cada una de las dos víctimas sobrevivientes, y 69 mil 800 por daños materiales.
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El crimen:
Las víctimas, Ana Carolina, de 18 años; y Andrea, de 20, fueron asesinadas a balazos la madrugada del 27 de enero de 2020, presuntamente por policías de la Policía Estatal Preventiva (PEP). Ellas bajaban del templete de la presa Sanalona en un vehículo con otra jovencita y un joven, quien era el que conducía el vehículo, cuando fueron atacadas a balazos por los agentes.
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Los uniformados argumentaron que habían sido atacados a balazos y solo repelieron la agresión.
En anteriores audiencias, la FGR había acusado al comandante a cargo del operativo de ayudar a sus agentes para encubrir el doble homicidio de las jovencitas, quienes residían en Culiacán temporalmente por sus estudios.
Argumentaban que los jóvenes estaban armados, pero la supuesta pistola encontrada en el lugar se investiga si fue “sembrada”.
Se le señaló de permitir a sus agentes alterar la escena del crimen, sembrar la pistola, casquillos, incluso de poner pólvora en las manos de Andrea y Carolina para acusarlas de disparar y que no se viniera abajo su versión del enfrentamiento.
