Culiacán, Sin.- En el Día Internacional del Socorrista, Danya Margarita Verdugo recordó cómo se convirtió en voluntaria de la Cruz Roja, motivada por el apoyo que le brindaron paramédicos a su madre durante el parto de su hermano menor Daniel y cómo esto le ha cambiado su vida, llenándola de satisfacciones.
Con el recuerdo de las palabras de su madre en su cabeza, y la ayuda de una amiga, Danya ingresó en 2015 a la escuela de Técnico en Urgencias Médicas de Cruz Roja, para convertirse en socorrista, algo que le cambió la vida.
“Mi amá siempre me contó sobre como tuvo el apoyo de unos socorristas cuando nació mi hermano, ella estaba muy bendecida con eso. Yo siempre llevé eso en la mente y decidí entrar a lo que es el TUM y desde entonces formo parte de lo que es Cruz Roja”, expresó.
Los socorristas se enfrentan a situaciones muy complicadas y delicadas, en las que puede llegar a estar en riesgo la salud del paciente. Ante esto Margarita aseguró que se necesita estar bien preparado, tener mucha entrega, valor y compromiso para poder hacer que el paciente se sienta seguro.
“Tienes que estar seguro de ti mismo y saber cómo actuar en el momento. Realmente desde que tú abordas una ambulancia, tú ya vas más o menos imaginándote a qué escena vas a llegar, entonces, ya cuando llegas no prestas mucha atención a las personas que están ahí. Tienes que actuar con calma y profesionalmente, haciendo tus protocolos a cómo van”, comentó.
La mayor satisfacción para Danya Verdugo ese la gratitud que le muestran los pacientes a los que ha ayudado en momentos complicados. Personas que no conoce o no recuerda, pero que cuando se los cruza en la calle le agradecen por haberles brindado auxilio.
“El llevar a un paciente, el entregarlo al hospital y que el paciente se sienta seguro con uno mismo y te dé las gracias porque llegaste con el bien, la verdad es una satisfacción muy buena para mí, me hace sentir muy bien”, señaló.
Por último, Danya Margarita destacó que el pertenecer a Cruz Roja le ha dado otra familia, ya que el pasar tanto tiempo con sus compañeros y el atravesar tantos momentos complicados y alegres fortalece el vínculo entre socorristas.
