La historia de Mabel, dónde todo inició

Mazatlán, Sin.- Nadie en El Conchi logró dimensionar que abrir su
corazón y las puertas de sus hogares a un extraño costaría tanto.
Jamás imaginaron que dejarse ayudar por alguien que en el nombre de Dios
les ofrecía paz e irradiaba amor, sería tan doloroso.
Hoy, decenas de personas no dan crédito a lo hecho por ?José Juan?, el
hombre identificado por las autoridades como Ángel Manuel Quevedo Pérez, quien
el pasado jueves, con engaños, sacó de su entorno a dos pequeñas, una de 12 y
otra más de 10.
Y es que era increíble pensar que alguien que por meses estuvo llevando
apoyos, ayudando a los necesitados y enseñando la biblia, cometiera uno de los
actos más detestables como es dañar a un niño alejándolo de su familia.
La obra negra de lo que sería quizá el centro de reuniones de la
congregación religiosa que ?Juan José?, como aún lo nombra la población, encabezaba,
fue mudo testigo de los planes de este hombre.
Ubicada en la calle ejido El Pozole entre Santa Rosa y Libramiento 3 de
la colonia Conchi 2, esta edificación sirvió durante meses como centro de reunión
de chicos y grandes.
Era el lugar en donde Ángel Manuel reunía a los pequeños, les hablaba de
la palabra de Dios, hacía obras de teatro y premiaba a aquellos que se
destacaban por entender lo mostrado.
De este sitio, el pasado jueves Rosa Mabel e Itzali fueron sacadas bajo
el pretexto de comprar pasteles para distribuir a sus amigos y retenidas por
horas y en un caso por días; para sus padres no significó gran riesgo dejarlas
ir, ya que confiaban plenamente en el captor.
Aquí, las pequeñas pasaron horas conviviendo con quien horas después
las privaría de su libertad y marcaría su vida.
Aquí inició la historia, misma que causa dolor a sus familias y a toda
una comunidad que hoy exige justicia para el hombre que no sólo defraudó su
confianza, también marcó la vida de Mabel, quien tras dos días desaparecida afortunadamente
regresó al lado de sus padres y tiene la oportunidad de iniciar de nuevo.YRM