Culiacán, Sin.– ¿Cómo sobrevive una empresa en México?, ¿qué hacer para conservar el optimismo cuando se compite en condiciones desiguales?,l ¿quién le pone un alto a las empresas fuera de la ley? Son las preguntas que se formulan miles de empresarios en un contexto que consideran desigual y que no ha podido ser equilibrado.
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Para Julio César Silvas Inzunza, presidente de la Alianza para el Desarrollo y Competitividad de las Empresas, la excesiva carga burocrática que recae sobre las empresas y empresarios constituidos, resulta agobiante, mientras que a establecimientos fuera de la ley pareciera que nadie las supervisa ni regula.
“Para obtener un permiso ya sea de construcción o remodelación, te puedes llegar a tardar en nuestro estado hasta 8 meses o más, y que una vez que solicitas el permiso, de manera recurrente están ‘desfilando’ supervisores de todo tipo, supervisando a los que ya están oficialmente con permiso, y dejando de lado a muchos que están comerciando productos en la vía pública, a muchos que están comerciando servicios de manera informal”, comentó.
Destacó como ejemplo el contrabando de camarón ecuatoriano, lo cual afecta a miles de familias en Sinaloa, pese a los compromisos del presidente Andrés Manuel López Obrador por frenarlo.
“De manera ilegal, irregular, está entrando camarón ecuatoriano a México, por debajo del costo de producción de un empresario formalmente constituido, donde para poder sostener los compromisos que ya se tienen con cadenas comerciales, con empresas, tienes que venderles por debajo de tu costo de producción”, comentó.
Resaltó que los gobiernos tanto estatales como federales, deben ser más eficientes en la otorgación de permisos, acompañar a las empresas informales para que se sumen a la formalidad y, sobre todo, establecer sanciones para quienes incurran en el contrabando y prácticas que afecten al mercado, como ocurre con el caso del crustáceo ilegal.
