Los Mochis, Sin.- Diciembre es la época en que las personas más piden y esperan que sus deseos se hagan realidad la Nochebuena del 24 de diciembre para amanecer colmados de regalos en la esperada Navidad el día 25.
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Los niños y los jóvenes piden por lo general sin ningún límite a sus papás todo tipo de regalos, principalmente juguetes, ropa, paseos y por supuesto los más novedosos aparatos tecnológicos como celulares y consolas de videojuegos para que se los traiga Santa Claus en Nochebuena o ya de plano los Reyes Magos el 6 de enero.
Y aunque parece que este ambiente de fiestas navideñas y convivencia familiar llena de luces de colores, arbolitos de Navidad y abundante decoración es lo más común y que arropa a toda la ciudadanía, la triste realidad es que existe un sector de la sociedad que no vive absolutamente nada de ese ambiente festivo decembrino.
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Son los jornaleros migrantes procedentes de estados como Chihuahua, Guerrero y Oaxaca que llegan a los campos agrícolas de Sinaloa para trabajar en las labores de plantación, deshierbe, corte y cosecha de hortalizas.
Así se constató en un recorrido realizado por Línea Directa en las precarias y hacinadas cuarterías de renta de Juan José Ríos donde se alojan los jornaleros en reducidos espacios de 3 por 3 metros con paredes de ladrillo sin enjarre, sin ventanas, sin más mobiliario que una base o un colchón, cuartitos que son dormitorio, cocina y todo al mismo tiempo, aunque los baños y los lavaderos son comunitarios.
Ahí estaba una jovencita adolescente, casi una niña. Sus rasgos evidenciaban su aparente origen de la etnia tarahumara, y por alguna razón la mañana de este viernes ella no fue a trabajar al campo como todos los demás jornaleros.
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Línea Directa la abordó para entrevistarla sobre qué desea recibir de regalo de Navidad, pero fiel a su idiosincrasia, como es habitual en su grupo poblacional, ella permaneció callada y no respondió preguntas más allá de escasos monosílabos inaudibles.
“¿Qué le gustaría recibir de Navidad, de regalo? (Silencio) ¿Ha pensado en eso? (Silencio) ¿Alguna vez le ha amanecido algo en Navidad? (Silencio) ¿No? No”
A pocas horas de la Navidad en pleno 2023 resulta difícil aceptar tanta marginación y desigualdad social, ya que están ausentes por completo la prosperidad, el conocimiento y la alegría en la vida de los jornaleros migrantes que subsisten en estas precarias condiciones mientras laboran en los campos agrícolas de Sinaloa.