Los Mochis, Sin. – Este 17 de noviembre se conmemora el Día del Recién Nacido Prematuro en honor a los bebés que, pese a haber nacido antes del término del embarazo de su mamá y que por lo tanto enfrentan problemas de salud, principalmente inmadurez de los pulmones y dificultad para poder respirar por sí mismos, logran sobrevivir gracias a los cuidados de los médicos y personal especializado.
Es el caso de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales -UCIN- del Hospital General de Los Mochis “Jesús Kumate Rodríguez” donde anualmente son atendidos alrededor de 350 recién nacidos, de los cuales un 20 por ciento son bebés prematuros, es decir, que nacen antes de las 34 semanas de gestación, pero son los prematuros extremos de 28 semanas los que representan el mayor reto, explicó el Médico Pediatra Neonatólogo Jesús Heriberto Franco Gámez.
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El especialista detalló la inmadurez pulmonar es causada por falta de una sustancia llamada sulfactante, lo que provoca que el bebé inicie con dificultad respiratoria, por lo requiere de oxígeno y muchas veces de suministro externo de sulfactante.
“Lo cual lo hacemos nosotros los pediatras y neonatólogos a través de una cánula que colocamos en su tráquea y les ayudamos a respirar mejor 3:20 algunas veces requieren de ventilación mecánica “3:23 otras veces afortunadamente solo se les administra y se le retira la cánula endotraqueal y la portamos a oxígeno en su nariz”.
El Neonatólogo indicó que la clave para prevenir los nacimientos prematuros es el adecuado control prenatal de la madre pues la falta de atención médica impide que se le detecten y traten oportunamente enfermedades como preclamsia, diabetes gestacional, infecciones y otras complicaciones del embarazo que provocan que los bebés nazcan antes de tiempo.
Irving Elías es uno de los seis recién nacidos prematuros que actualmente están en las incubadoras de cuidados intermediarios después de que gracias al esfuerzo del equipo médico lograron salir de terapia intensiva.
Su mamá Cristel compartió a Línea Directa que ella había tenido un embarazo normal sin síntomas extraños hasta la semana 33 cuando repentinamente se le subió la presión y no se le podía bajar por lo que tuvo que ser hospitalizada ya que además se le detectó diabetes gestacional y colestasis (trastorno del hígado al final del embarazo) por lo que de emergencia tuvieron que practicarle cesárea para salvar a su bebé, el cual tenía 34 semanas de gestación y nació con inmadurez pulmonar.
Cristel, al igual que las otras madres de los bebés prematuros que permanecen internados en la UCIN comentan que es cansado estar todo el día en el hospital para poder alimentar a sus bebés cada tres horas luego de ordeñarse para administrarles leche materna pero que todo vale la pena porque gracias al profesional desempeño del personal médico especializado de la UCIN han logrado salvar la vida de sus pequeños niños.
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El director del Observatorio Ciudadano agregó que eventualmente van a monitorear la implementación de estos diez compromisos que propusieron como agenda ciudadana, y cada seis meses van a realizar un informe de cómo va la implementación y procedimiento.
