Historias de vida marcadas en el rostro

?Guasave, Sin.- Los años han dejado sus huellas en el rostro,
los esfuerzos, las alegrías y sobre todo los sinsabores, son evidentes al verle
a los ojos.
Este jueves salieron de su casa, el asilo, ese lugar que
alberga a 17 adultos mayores que por diversas razones no están donde quisieran:
con sus familias.
El sistema DIF celebró en conocido salón el Día del Abuelo,
evento al que asistieron no sólo ellos, sino personas de la tercera edad de
todo el municipio.
Dio gusto ver a doña Manuela bailando al son del ?Camarón
pelaDo?, contenta, muy contenta, que parecía desbaratar los huesos que la
sostienen a sus cien años.
Es sordo muda, no se sabe mucho de ella, un buen día las
autoridades policiacas la trasladaron al asilo y ahí lleva ya varios años, como
lo cuenta una de las trabajadoras de La casa hogar.
?Se la encontraron en la calle las autoridades y se la
llevaron al asilo, no tiene familia, pero por personas que la conocen por eso
sabemos que se llama Manuela y que tiene mucha edad.?
¿Más de 100 años?
?Dicen la gente que la conoce que si.?
Doña Manuelita sonríe cuando se le felicita y aunque se le
ve sonriente, con señas pide que la lleven al asilo, por eso quien la cuida
refiere que es muy especial, muy aparte.
Los ancianitos del asilo ocuparon dos mesas del evento,
entre ellas estaba doña Lorenza, del ejido Miguel Alemán, quien hace 4 años que
vive en la casa, luego de que su hijo soltero ya no pudiera atenderla.
¿Cuántos años tiene?
?Ochenta.?
¿Y ya tiene varios años en el asilo?
?Unos 4, tengo un hijo que está inválido, y no me puede
batallar, no tengo quien me?pueda navegar, si él estuviera completo de sus pies,
pues él me batallaba, si estoy agusto pero de todas maneras??
La entrevista con doña Lorenza termina porque las lágrimas
se asoman de sus ojos mientras insiste en que no fue falta de amor lo que la
llevó al asilo.
Quien tiene ya muchos años en la casa hogar es don Esteban,
tiene 90 años, aunque a Línea Directa le respondió que 31, y la mañana de este
jueves bailó mucho sin cansancio, por 
eso acepta cuando la invitación le llega de nuevo: Bailemos, responde.
¿Cómo se llama?
?Sebastián, Sebastián Meléndrez, en el Varal ahí vivía yo,
criaba ganado.?,
Que si qué es lo que deseas, tú ahorita.
?Nada, ahorita no.?
El Día de los Abuelos fue para muchos la oportunidad para
?echar? fuera la polilla, para otros, el honor del reinado, como fue el caso de
doña Amparito, de Leyva Solano, quien lloró cuando la nombraron soberana.