Guasave, Sin. – Los olores son sumamente molestos, en las alcantarillas del fraccionamiento Santa María en Guasave es imposible transitar por la calle Heriberto Montoya sin taparse la nariz y sentir que el estómago se revuelve.
Son los efectos de un drenaje sumamente colapsado, una obra en pésimas condiciones que no requiere de desazolve sino de una ampliación por la cantidad de personas que habitan en ese sector, así lo han dicho los mismos vecinos, quienes hartos de estar viviendo entre el excremento, han llamado la atención de los medios de comunicación urgiendo una solución de raíz a esta problemática que cada día se acentúa.
“Si hay que romper alguna zanja con alguna retro pues, hay que hacerlo, de perdida llegar a la solución no estar sorbiendo esa peste ya tan desagradable, aparte de que los sanitarios ya no bajan cuando llueve”, sostuvieron.
Para llegar a la escuela primaria Nueva Creación del sector poniente de la ciudad de Guasave, las madres de familia tienen que subir en brazos a sus hijos con el fin de que no se lleven en las suelas de sus zapatos los desechos del drenaje.
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En las alcantarillas de las viviendas se están regresando las aguas y aunque llaman al servicio de la Jumapag, acuden bajan los niveles de los desechos y aseguran que para la media hora ya está de nuevo lleno y supurando “el cochinero”.
