Guasave, Sinaloa.- El reciente ajuste al impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) aplicado a combustibles es una medida “totalmente recaudatoria”, aseguró Cristina Ibarra, presidenta del Colegio de Economistas de Sinaloa. La especialista explicó que, tras un crecimiento económico limitado en el último año, el gobierno busca recuperar ingresos perdidos por las exenciones implementadas en 2022 y 2023 para mitigar los efectos de la inflación.
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Cristina Ibarra recordó que, durante el periodo de alta inflación en México, cuando las tasas superaron el 8 por ciento por primera vez en más de dos décadas, se aplicaron subsidios y exenciones al IEPS como estrategia para contener el impacto del aumento en los precios de las gasolinas. Sin embargo, esta política implicó una considerable pérdida de ingresos para la Secretaría de Hacienda.
“Pues obedece principalmente a una medida recaudatoria para poder subsanar el gran hueco fiscal que hay, es decir, el déficit fiscal que se tiene al momento. Veremos ya en el tema de los transportes, veremos en el tema de los alimentos, que ya también traen una inflación acumulada bastante alta. Va a ser inflacionario, va a recaudar a través de la inflación. Estamos en una situación económica muy difícil”, advirtió.
En ese momento, se tomó la decisión de renunciar al IEPS para compensar las presiones inflacionarias. Fue una medida necesaria porque la economía estaba enfrentando una inflación sin precedentes. Pero ya desde mediados del año pasado, Hacienda dejó de aplicar las exenciones progresivamente, hasta eliminarlas por completo, excepto en la zona fronteriza, detalló Ibarra.
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De acuerdo con la economista, el ajuste reciente responde a la necesidad de Hacienda de recuperar ingresos fiscales. Esto cobra relevancia en un contexto donde el crecimiento económico se ha mantenido débil, limitando la capacidad del gobierno de financiar sus programas sociales y de infraestructura.
“La eliminación de las exenciones tiene un claro objetivo: incrementar la recaudación. Sin embargo, es importante analizar cómo este ajuste afectará a las familias y las empresas, especialmente considerando que los precios de los combustibles tienen un impacto directo en la inflación”, advirtió.
Aunque la decisión de reinstaurar el IEPS en su totalidad pueda aliviar las finanzas públicas, Ibarra señaló que el panorama económico sigue siendo complejo. “El ajuste puede generar una presión adicional sobre los precios, especialmente si consideramos la sensibilidad de los combustibles en toda la cadena productiva. Esto podría ralentizar aún más el crecimiento económico”, explicó.
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La presidenta del Colegio de Economistas también enfatizó la necesidad de buscar un equilibrio entre la recaudación fiscal y el apoyo a la economía. “Es importante que las decisiones fiscales consideren no solo el ingreso inmediato, sino también las implicaciones de largo plazo para la población y el desarrollo económico”, concluyó.
El ajuste al IEPS abre un debate sobre las prioridades fiscales del gobierno y su impacto en los bolsillos de los mexicanos. Aunque la medida busca estabilizar las finanzas públicas, los expertos advierten sobre posibles repercusiones en el crecimiento y la inflación, subrayando la importancia de políticas equilibradas para enfrentar los desafíos económicos actuales.