Culiacán, Sinaloa. Preocupados en atender y resolver la crisis de identificación humana en Sinaloa, la Fiscalía General del Estado (FGE) a través de la Dirección de Unidad de Dactiloscopia de la Dirección General de Investigación Pericial está llevando a cabo el programa de Identificación Humana, por medio de las huellas dactilares en aquellos occisos en los que las condiciones permitan que las puedan recabar.
Desde el 20 de mayo del 2022, se celebró un convenio de colaboración con el Instituto Nacional Electoral (INE), cuyo fin es la obtención de información que coadyuve en la identificación de los cadáveres o restos humanos de las personas desconocidas que contengan huellas dactilares o biométricas susceptibles a análisis.
Sin embargo, en virtud de que la Dirección de Unidad de Dactiloscopia carecía de un software especializado para la conversión de las huellas necrodactilares al formato WSQ, fue hasta el mes de mayo de 2024 cuando se recibió apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), con la donación de un escáner de escritorio y un software especializado para facilitar la conversión de las huellas necrodactilares al formato WSQ, misma tecnología que pedía el INE para su consulta en base de datos.
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Fue a partir de la colaboración y apoyo con UNFPA, que se ha disminuido el tiempo de respuesta de dicha institución y se han agilizado los procesos de estudio.
Para el 20 de mayo se enviaron al INE 289 fichas necrodactilares, de occisos que se encuentran resguardados en el Semefo de Culiacán, de octubre de 2018 a diciembre de 2023, lo anterior para la búsqueda de registros.
Este proyecto ha estado dando resultados de identificación humana satisfactorios con resultados positivos a través de huellas dactilares, por lo que se espera que en los próximos días de forma paulatina se estén obteniendo identificaciones de occisos a través de este programa.
Desde el mes de noviembre del 2022 se han estado enviando de forma digital al INE necrodactilias tomadas en el Semefo de las personas sin identificar, esto se lleva a cabo por los peritos de la Unidad de Dactiloscopia para que se realice una búsqueda de registros en la base de datos del Instituto.
Una vez que el INE determina coincidencias, entre ellas envía las imágenes de las huellas dactilares de dichos registros para que una vez recibidas en la Unidad de Dactiloscopia se realice un cotejo físico por un perito lofoscopista con la ficha necrodactilar de la persona para determinar su identificación o exclusión.
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