Guasave, Sinaloa. No tenía identidad la bebé de cuatro meses que falleció el pasado lunes en una cuartería de Ruiz Cortines en Guasave, hija de jornaleros agrícolas menores de edad. En un caso que resalta las complejidades legales y sociales de las familias migrantes en Sinaloa, su cuerpo sigue sin ser entregado a los padres debido a la falta de un acta de nacimiento oficial.
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La Procuraduría de Defensa de Niños, Niñas y Adolescentes del Sistema DIF Sinaloa, encabezada por Dámaris Osuna Zavala, se enfrenta a un desafío legal importante, ya que la bebé no había sido registrada, lo que dificulta su identificación y la realización de los trámites pertinentes.
“Los padres sí traen una constancia, una copia del alumbramiento, pero estamos en busca de documentos que pueda validar oficialmente su identidad. El conflicto radica en que no tenemos los elementos documentales suficientes para un registro inmediato”, explicó Osuna Zavala.
La situación es aún más compleja ya que la familia proviene de Zacatecas, y como muchas otras familias migrantes que se trasladan por motivos laborales, no cuentan con los documentos necesarios para registrar a sus hijos, lo que genera problemas cuando se presentan emergencias, como este lamentable fallecimiento.
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“Este bebé vivió cuatro meses, y debía haberse registrado inmediatamente después de su nacimiento. Ahora estamos lidiando con la falta de documentos, lo que retrasa el proceso de registro y la posibilidad de que sus padres puedan tomar decisiones sobre el cuerpo de su hija”, detalló Osuna Zavala.
El caso refleja una problemática recurrente de muchas familias jornaleras, ya que al cambiar de estado en busca de trabajo no cumplen con los trámites de registro de nacimiento en su lugar de origen, lo que vulnera los derechos básicos de los menores, entre ellos el acceso a servicios de salud, educación, y en casos tan trágicos como este, el derecho a un entierro digno.
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A pesar de las dificultades, la Procuraduría de DIF Sinaloa sigue trabajando en colaboración con la Fiscalía para tratar de solucionar este conflicto legal y garantizar que la bebé reciba el registro necesario para poder ser entregada a su familia.
“Estamos buscando información a través de la trabajadora social para ver si podemos localizar algún documento que nos permita registrar al bebé y regularizar su situación. Esto puede tardar, pero estamos comprometidos en encontrar una solución”, añadió Osuna Zavala.
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Este caso de la bebé cuyos padres son menores de edad, de 15 y 17 años, se suma al de otra bebé fallecida la semana anterior en Ruiz Cortines, cuyos cuerpecitos se encuentran en las instalaciones de una funeraria en espera de la documentación legal que permita entregarlos a los padres para su velación y posterior sepultura.
