Los Mochis, Sin.- Con una celebración distinta a la de otros años, pero con el mismo fervor guadalupano, apenas un centenar de feligreses acudieron la noche de este viernes al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe a la misa oficiada por el Obispo de la Diócesis de Culiacán, Monseñor Jonás Guerrero Corona.
Al exterior la verbena y vendimias de antojitos fue cambiada por vallas metálicas que limitaron el acceso y los miles de feligreses y danzantes, por personal de salud y Protección Civil, tomando temperatura, aplicando gel y sugiriendo las ya conocidas medidas.
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Al interior del tempo religioso, el obispo de Culiacán, en vísperas de un aniversario más de la aparición de la Virgen de Guadalupe en el cerro del Tepeyac, aquel 12 de diciembre de 1531, encomendaba sus oraciones a los trabajadores de la salud que han luchado durante la pandemia, así como a todo aquel que están al pendiente de enfermos y personas vulnerables.
“Como San Juan Diego estamos atentos a su mensaje y queremos ser solicitos en el bien de todos, nos unimos a todos los trabajadores de la salud, reconocemos su caridad, sus riesgos que están viviendo, los encomendamos, cuanto más a tantas familias que con dedicación atienden a sus enfermos, no solo de covid, de cualquier circunstancia o vulnerabilidad”, expresó.
Previo a la homilía Monseñor Jonás Guerrero reconoció que era la de este año una celebración distinta a causa de la pandemia, pero destacó que las personas no pierden la fe y están más cerca de Dios y la Virgen de Guadalupe durante estos tiempos difíciles.
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“Vamos a celebrarla de otra manera, pero siempre reconociendo el amor maternal, su intercesión y el cuidado que ha tenido siempre de todos los mexicanos, conscientes de que estamos en un momento difícil de adversidad, de pandemia, pero la fe queda en pie, la fe trasciende, la fe es más fuerte”, asentó.
Aunque quienes acudieron lo hicieron con mucha fe y fervor guadalupano, la celebración y el jolgorio que se vivía al exterior del templo quedó muy lejos al año pasado ya que el COVID-19 obligó a limitar el número de feligreses, quienes acudieron al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe cumpliendo todas las medidas sanitarias: cubrebocas, gel, toma de temperatura y sana distancia.
(GR)
