En un lugar llamado Mazatlán, los muertos salieron a bailar

Mazatlán Sin.-Todo
México recuerda a los que ya partieron, altares y veladoras llenan  las calles 
para llamar a las ánimas a la cita que se celebra una vez cada 365 días,  para cenar de nuevo con los que ya no están,
y brindar por la muerte que a todos llega, 
solo que en vez de rosas, es el 
naranja del cempasúchil que 
decora la mesa.
En
un lugar llamado Mazatlán,  las puertas
del inframundo se abrieron una vez más, los huesos cobraron vida y los muertos
salieron a  bailar por las calles del
Centro Histórico al ritmo de la banda, la batuca y la música de viento cual
Carnaval.
Al
tronar de los cuetes, la  huesuda se
abrió paso, luciendo en esta ocasión prendas ancestrales inspiradas en la cultura
maya, para hacer de las calles su propio ?Mitlán?  y bailar con 
los vivos que por miles gozaron de la tradición.
 ?Hay que rendirle tributo a los que estuvieron
aquí nos dejaron la vida, la enseñanza y todo lo demás y es algo que queremos
que es retribuirle. La verdad es que está hermoso he, nos divertimos mucho y la
verdad que son puros profesionistas  está
muy bien  organizado, me gustó, me
encantó. Es parte de nosotros y muy merecido para la persona a la que se le
está haciendo y qué bueno que bueno que se celebra?.
La
carreta avanzó y la cerveza  corrió por
cuenta de la catrina, ancianos, jóvenes y niños sin excepción, bailaron  y cantaron al ritmo de lo etéreo. En el Teatro Ángela Peralta, el maestro Jorge Gorostiza regresó a las aulas, y la
muerte a través del baile, la música y la pintura, recordó a los presentes que
solo se vive una sola vez, al pasar los altares, las fotos, y objetos de los
que arrebató este año del puerto.
 ?Aunque sea plumaje de quetzal se desgarra,
aunque sea oro se rompe, aunque sea jade se quiebra, no para siempre en la
tierra??
El
ingenio de personajes como Tim Burton, inspiraron también la puesta en marcha
de este tradicional  encuentro, pues el
cadáver de la novia revivió  tras
bambalinas, para acompañar a los dioses mayas, que regresaron que ultratumba y
sumarse a los festejos.
Pintura,
teatro, danza, todas las disciplinas se juntaron para dar vida a este
encuentro, que fue disfrutado tanto por locales como extranjeros, que no se
quedaron atrás y decoraron su rostro a blanco y negro, rosas en el
cabello,  y un rebozo como tradicionalmente
se recuerda a la huesuda.LM