Mazatlán, Sin. – La celebración del Día del Bombero por segundo año consecutivo se suspendió, la causa fue la prohibición de aglomeración de personas para evitar contagios de COVID-19, pero el brindar servicios de cualquier tipo continua vigente aún y cuando el personal está en riesgo de contagio.
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Alexis Alonso Ramírez Gómez, voluntario con ocho años en el departamento, es un joven que por inquietud llegó a pedir la oportunidad en la academia donde hoy en día se ha consolidado.
Ha tenido un 2021 complicado, pasando por el nacimiento de su pequeño con complicaciones al respirar y contraer el virus dentro del trabajo, son dos pruebas que le puso la vida y como el héroe anónimo que es la enfrentó y al paso de algunas semanas logró salir para regresar a seguir ayudando a quien lo necesite.
“Un día se me hizo cumplir el sueño y pues aquí estamos, llegué al departamento y ya no me fui, ya tengo ocho años aquí en el departamento”.
El Bombero Mazatlán 438, o Alexis, como es conocido entre los cuerpos de rescate, relató que durante 27 días que estuvo internado su bebé recién nacido, nunca esperó recibir la ayuda que le brindaron sus compañeros.
Dijo estar acostumbrado a dar sin recibir y estar del otro lado de la moneda es una situación indescriptible; 15 días después, al saber su contagio de COVID-19, la situación fue similar, esta ocasión se aisló en la base donde recibía atenciones y estaba alejado de su familia.
“Quiero agradecerles a todos los compañeros que, en sí, siempre estuvieron ahí al pendiente y me apoyaron, a toda le gente, nunca me esperé todo el apoyo ese que me brindaron; ¿de brindar ayuda a recibirla? Uno está acostumbrado a dar, como dicen, a dar sin recibir nada a cambio y te volteen las cosas, yo nunca me lo esperaba”.
Tres meses después de ambas situaciones, con su pequeño a bordo de una máquina de Bomberos Mazatlán, Ramírez Gómez agradece a la vida poder festejar junto a su familia y la hermandad de los cuerpos de emergencia un año más dentro la corporación.
Las bases de las agrupaciones de rescate en Mazatlán lucen como un día normal, solo el tradicional baño en punto de la medianoche y el ulular de las sirenas se escuchó, el baile, comidas y demás festejos aún está pospuesto hasta nuevo aviso.
