‘El viento azotaba los árboles hasta partirlos’

Escuinapa, Sinaloa.- El chiflido del viento que anunciaba la llegada del huracán Willa, hizo levantar a don Aureliano García Ochoa y su esposa del comedor con los primeros efectos que se sintieron desde las dos de la tarde del día martes 23 de octubre, día que quedará en su memoria.A sus más de ochenta años, el oriundo de la sindicatura de La Concha, perteneciente a Escuinapa narró como desde las 14:00 horas y hasta la 01:00 horas del día siguiente el viento era un ir y venir que azotaba los árboles hasta partirlos en dos o tres partes.?Y ni un truenito, ni un relámpago, nada, puro aire, puro aire y lloviznita, poco, le digo yo a esta mujer, ay dios de mi vida que no venga esto con agua porque con agua nos va a tumbar hasta las casas le digo?.Con su vivienda ubicada a escasos metros del Río de las Cañas en el sector Los Laureles, el agua del caudal alcanzó media hectárea de plantíos de mango, así como los escalones que suben a la cocina; desbaratando el cerco que delimita el terreno y algunos de los árboles que conforman su huerta.Don Yeyo, como le conoce su familia, describió que pese al temor de los embates del huracán Willa y la insistencia de su hija, decidió quedarse en su vivienda marcada con el número 1 de la calle Gabriel Leyva por desconfianza de que alguien pudiera entrar y llevarse el poco patrimonio con el que cuenta.?A las puras seis que me estaba marcando el celular, se vino de aquí de este lado una bocanada de viento ya fuertecito, el arbolito éste se estiraba, se ponía derechito, se metía debajo del otro, de este ramo?.Aureliano, es tan sólo uno de los cientos de afectados por el fenómeno meteorológico, que solicitan un gesto humanitario de las autoridades y la población en general para rehacer su vida tras el paso del Huracán Willa. IC