Guasave, Sinaloa. El año 2024 está marcando un patrón climático inquietante en la región del Organismo de Cuenca Pacífico Norte, según datos recopilados hasta el 20 de agosto. Las precipitaciones han caído drásticamente en comparación con la media histórica registrada entre 1962 y 2024. Este descenso abrupto en las lluvias podría tener consecuencias graves para la agricultura, el suministro de agua y el medio ambiente en la región.
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Los primeros ocho meses del año han mostrado un descenso significativo en las lluvias, con varios meses registrando reducciones extremas. En enero, las precipitaciones fueron un 97.3 por ciento menores que la media histórica, una tendencia que se mantuvo en febrero y marzo con descensos del 21.9 por ciento y 74.9 por ciento, respectivamente. Los meses de abril y mayo resultaron aún más preocupantes, con una caída del 100 por ciento en comparación con los valores históricos, lo que significa que no se registraron lluvias en esos meses.
Junio y julio: un respiro momentáneo
Aunque en junio las lluvias registraron un leve descenso de sólo un 1.2 por ciento con respecto a la media, en julio se observó un aumento en la precipitación, alcanzando 171.6 milímetros, lo que representa una mejora, aunque todavía por debajo de las expectativas históricas. No obstante, este incremento fue insuficiente para compensar la sequía severa de los meses anteriores.
Para agosto, las lluvias mostraron una disminución del 41.4 por ciento en comparación con la media histórica, lo que sugiere que el patrón de sequía podría continuar en los próximos meses. Esta tendencia de precipitaciones erráticas y en su mayoría deficitarias en 2024 está generando preocupaciones sobre la sostenibilidad de los recursos hídricos en la región.
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Este dramático descenso en las precipitaciones podría tener implicaciones graves para las actividades agrícolas, la recarga de acuíferos y la salud de los ecosistemas locales. Las autoridades y la comunidad científica están en alerta, ya que la falta de agua podría exacerbar problemas de sequía y desabastecimiento en la región.
¿Qué sigue?
Las proyecciones para los próximos meses son inciertas, y el Organismo de Cuenca Pacífico Norte continúa monitoreando la situación de cerca. Se están evaluando posibles medidas de mitigación y estrategias de adaptación para hacer frente a la falta de lluvias, mientras se espera que el clima cambie en los próximos meses.
El panorama de 2024 destaca la necesidad urgente de desarrollar políticas más robustas y sostenibles para la gestión de los recursos hídricos, así como una mayor preparación ante los desafíos que plantea el cambio climático en la región.