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Culiacán, Sinaloa. – Desde que inició la pandemia del COVID-19, en marzo de 2019, cientos de choferes del trasporte urbano en Culiacán han desertado y han migrado a otro trabajo paras poder sobrevivir con sus familias, ya que con el regreso a clases presenciales solo se ha incrementado un 10 por ciento el pasaje, lamentó Flavio Rolando Ibarra Hernández.
El secretario general del Sindicato de Choferes en la capital sinaloense dijo que a pesar de que ya reanudaron las clases en la Universidad Autónoma de Sinaloa y la Autónoma de Occidente, además de planteles de educación básica, no se ha podido incrementar el servicio de camiones en las calles y se mantiene poco más del 50 por cientos de los más de mil 200 que cubren 64 rutas en la ciudad.
Ibarra Hernández manifestó que aún y cuando los contagios por coronavirus van a la baja, la gente tiene miedo enfermarse al viajar en el trasporte público y optan por utilizar los vehículos de alquiler que prestan sus servicios en distintas plataformas digitales.
“Andan vendiendo tamales unos, otros nadan de repartidores, de albañiles y distintos oficios, y lo hacen porque tienen que sostener a sus familias porque el gobierno ya les dejó de apoyar y también los patrones, porque ellos también están en las mismas con los gastos del camión”, se quejó.
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Finalmente, admitió que las únicas rutas que se han beneficiado en las últimas semanas son las que pasan por las instituciones educativas, y el resto a panas sobreviven con los gastos que tienen de combustible y refacciones, esto sin contar la raquítica comisión que al final del día tienen los conductores para llevar el sustento a sus hogares.
