Doña Ramona sobrevive de milagro a la ?tempestad?

Navolato, Sin.- Doña Ramona Soto Aréchiga sólo viste una blusa y falda
desgastadas, un par de huaraches, y un estómago vacío le acompañan luego de
haber sido afectada en su humilde vivienda por las aguas el huracán Manuel.
?Mmm, todo
el ropero, todo se me mojó, todo, todo una peste a chiras mojadas; pues ni modo
qué vamos a hacer, hay que resignarnos porque eso Dios dispuso, qué vamos
a hacer?, dijo.
-¿Y hasta dónde le llegó el agua??Pues se metió pa?dentro, aquí está más alto que adentro,
porque echamos tierra aquí?.
-¿Y hasta dónde le llegó el agua usted??Pues hasta acá, hasta acá todos nos mojamos?.
Con sus 72 años a cuestas, doña Ramona apenas recibió una
pequeña despensa que tendrá que compartir junto con sus siete familiares que
viven con ella.
-¿Oiga
tiene dos días sin comer prácticamente??No, ayer y ahora, -pues ya casi- pues ya casi dos días,
me falta un ratito?.
-¿Y cómo le ha hecho para aguantar??Pues mira, no es para decírtelo es que atizamos con leña
nosotros, nosotros no tenemos estufa, y se mojan los palos con qué atizo, pues
tenemos que aguardar un rato que se seque a ver cómo le hacemos a ver qué
comemos, ya me dieron sopita y eso, ahorita voy a hacer sopa?.
A pesar de la torrencial lluvia que le llegó más del metro en una de las
colonias del municipio de Navolato, y sin tener más que un pedazo de lámina
para refugiarse durante el huracán, doña Ramona se resistió a dejar la casa
construida en un terreno prestado.
?Ya empezó a quitarse pero ¡ay Dios mío de mi vida!, se va a caer porque
hasta las casas esas se mecían?, expresó.
-¿Qué sintió cuando vio todo el aguadal que se metió a su casa??Pues nos dio miedo, nos dio miedo?.
La única alternativa para sobrevivir durante el embate de la naturaleza fue
subirse a una panga.
-¿Doña Ramona, en qué se subió para protegerse del agua??Pos andábamos en agua, ya le digo que nos sacaron en la lancha pa?allá?.
-¿Pero andaban aquí en el agua??Sí, caminando, qué le vamos a hacer, nadando, todo el día sin comer pues
qué hacemos?.
-¿Hasta cuándo comió??Hasta ahorita no me he desayunado esperando la despensita que me dieron?.
Pero ni el lodazal donde sobrevive, ni la falta de alimento, cobijas y lo
más indispensable le arrebatan a doña Ramona las fuerzas y la fe, por lo
que sólo está en espera de que todo regrese a la normalidad para poder salir a
trabajar al campo y tener así algo de dinero para comprar algo para comer.
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