Mazatlán, Sin.- Una humilde vivienda situada a las orillas de la comunidad de El Quelite fue el último lugar que la pequeña Mia”N” de tan solo seis meses de edad visitó previo a ser trasladada al panteón, en la finca se encontraba la madre con llanto desconsolado y demás familiares que no daban crédito a lo ocurrido la tarde del sábado en Escuinapa.
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El cuerpo de la pequeña arribó a su hogar alrededor de las 13:00 horas, con ello los familiares se fueron acercando, entre susurros se preguntaban qué sería del padre, imputado del infanticidio, otra voz pedía a las autoridades que pronto lo detengan para que pague la osadía que cometió.
Aproximadamente a las 15:30 horas, la madre y los tíos de la pequeña se acercaron al féretro blanco para verla durante sus últimos minutos en este mundo, rociar un poco de agua bendita en su cuerpo e iniciar su peregrinar hacia el camposanto, el contingente camino por las calles principales del Poblado, varios niños entre ellos quienes con pocos globos blancos y cuetes despedían a la hermana, prima, sobrina.
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La madre desconsolada no pudo expresar palabra alguna, en todo momento estuvo al lado de Mia, a ella le sobreviven dos hijos mas, una niña de aproximadamente 7 años, además de un varón de dos, que permaneció jugando con un balón entre las personas que acompañaron a su hermana.
Referente al padre de la menor, los familiares descartaron que la persona detenida en el municipio de Rosario se tratara de él, es ahí donde exigieron a las autoridades correspondientes tome cartas en el asunto y ayude a evitar otra situación de la misma naturaleza que de nuevo mancilló la tranquilidad de Escuinapa y afectó a una familia de El Quelite.
