Guasave, Sin.- Dejó huella no sólo en Guasave, sino en todo Sinaloa, no ha muerto porque vive en sus obras qué siguen vigentes, es Don Manuel de Atocha Rodríguez Larios, quien está 19 de noviembre hubiese cumplido 89 años de edad, a no ser porque el pasado 24 de junio perdiera vida, víctima de las múltiples afecciones que lo aquejaban.
Precisamente fue el día de su cumpleaños qué la Crónica de Sinaloa y el Ayuntamiento de Guasave, organizaron un homenaje póstumo en el marco del XXIII Congreso de Cronistas e Historiadores del Estado de Sinaloa, en el que se reconoció al cronista vitalicio de Guasave fallecido, quien dejó un legado muy importante en su obra y como ciudadano ejemplar.
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Enrique Vega Ayala, secretario de la Crónica de Sinaloa y cronista oficial de Mazatlán habló de la vida y obra de don Manuel de Atocha, a quien describió como un hombre culto.
“Ocupado de la vida pública, pero sobre todo con un don de gente y un sentido de servicio envidiable. Don Manuel no ha muerto, porque sus obras estarán presentes en la vida social, económica, política y social de Guasave”, recalcó Vega Ayala.
El alcalde Martín Ahumada Quintero, junto con Jaime Félix Pico, presidente de la Crónica de Sinaloa, entregaron un reconocimiento póstumo a este gran cronista, a su esposa, María Elena Franco García, quien fue acompañada por sus hijos Isidro, Dolores, Manuel de Atocha, Mario, además de otros familiares como Luisa y Rafael Rodríguez.
“Manuel lo merece con creces, dejó una imborrable huella en la crónica de Sinaloa, no solo por la calidad de sus crónicas, sino por su recia personalidad, su entrega a las mejores causas, su altruismo, su amistad sincera y generosidad, cualidades de un ser humano excepcional”, afirmó Jaime Félix Pico, presidente de la Crónica de Sinaloa y organizador del evento, quien mencionó que don Manuel publicó su última entrega de la columna Garabatos, en mayo del presente año.
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En la misma sintonía, el alcalde expresó que don Manuel fue un apasionado historiador, con un profundo amor por su tierra, con una amplia trayectoria académica, cuya obra retrata las raíces de Guasave, la cultura prehispánica, en libros, cuentos, artículos, trabajo que puso muy en alto y en el contexto nacional al municipio, y es inspiración para nuevas generaciones.
Resaltó cómo el cronista vitalicio tenía tatuado en su corazón a Guasave y como muestra una cita de su poema Guasave Viejo: “Por aquí paramos, seguiremos más tarde con el recuerdo dulce, de los tiempos pasados, de tiempos que se fueron, pero que siguen presentes, no solo en la cabeza, sino en sus corazones”.
Destacó que los cronistas son un estandarte de la cultura, de la historia, que ayudan a preservar nuestra identidad colectiva, por lo que se suma con mucho orgullo a este homenaje, para recordar a este gran historiador.
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