Cumple 3 meses muerte de niño en guardería

Los Mochis, Sin.- Este lunes 21 se cumplen tres meses de la muerte del niño José Leonardo “N”, ocurrida en una guardería clandestina de la colonia Malvinas, a causa un fuerte golpe sufrido en la cabeza, en circunstancias que no han sido aclaradas hasta la fecha, ni mucho menos castigados los responsables. Desesperada, la abuela paterna de la pequeña víctima de un año once meses, María de Jesús Acuña, “Doña Chuy”, insistió una vez más en lo lento del sistema de justicia debido a que a pesar de que ella ha aportado al Ministerio Público muchos datos que ha investigado por su cuenta con la finalidad de que la presunta indiciada, la responsable de la guardería, Cruz Isabel Coronado Lugo, sea citada a declarar sobre cómo sucedió la muerte del niño, no ha logrado nada. ?Por qué tardan tanto tiempo. Ya el lunes se van a cumplir tres meses, no se ha visto nada y ella anda como Juan por su casa, trozó los sellos de la casa, se mete a su casa; no se murió un animal, se murió un ser humano y todavía nos sigue doliendo a nosotros?, explicó. La abuela del pequeño fallecido en la guardería señaló que a pesar de que las autoridades de la Subprocuraduría de Justicia en la zona norte la han atendido en muchas ocasiones y recogen las evidencias que les entrega, lo cierto es que no hay resultados concretos de la investigación, lo cual es inadmisible.  En este sentido, citó la contradicción que ha encontrado más recientemente, como el testimonio de la operadora de Cruz Roja que recibió la llamada de auxilio de la guardería el día de la muerte del niño. ?La operadora me dijo: Señora yo me acuerdo de esa llamada, que me llamó un señor diciendo que por favor mandara una ambulancia, pero me cayó de extraño que después me dijeran mis compañeros que el niño no podía respirar, sino que el señor me dijo se quebró un brazo y tiene los dedos morados, entonces cómo está eso, y digo yo, si las autoridades saben eso, por qué no se abocaron a investigar a la Cruz Roja?, asentó. Doña Chuy también mostró su indignación porque la casa de dos plantas que funcionada como guardería en la parte baja y que fue clausurada el día de la tragedia, frecuentemente es abierta por la indiciada, quien entra cada vez que quiere violando los sellos de clausura.