Culiacán, Sin.- El bullicio de la jornada electoral dio paso a una tarde y noche de tregua y armonía en Culiacán. Las tensiones políticas que durante meses causaron debates acalorados y diferencias entre vecinos y familiares quedaron atrás, al menos por un día.
Con el deber cívico cumplido, los votantes decidieron cambiar el tono de su día. Muchos aprovecharon la oportunidad para relajarse, olvidando por un momento las diferencias y saliendo a disfrutar del aire libre. Incluso las mascotas se unieron a esta inesperada fiesta cívica.
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El malecón de Culiacán se convirtió en el escenario perfecto para esta transformación. Las risas de los niños en los brincolines competían con el crujido de las papas locas recién fritas. Familias enteras pasearon por el malecón, explorando los puestos de curiosidades y disfrutando de una noche que este domingo se prolongó más de la cuenta.
Las diferencias políticas se desvanecieron entre los aromas de la comida callejera y las conversaciones amenas.
La señora Miriam Urías de la colonia Lombardo Toledano, confesó haberse llevado un trago amargo cuando sus parientes que estaban de visita no pudieron votar, pero mejor en lugar de hacer corajes en vano mejor le dio la vuelta a la página y decidió relajarse.
“Pues lástima que en la central camionera se acabaron las boletas”.
–Ah ¿le tocó que se le acabaron?
“Sí, una familia mía que venía de Tijuana no pudieron votar, pero: saldo blanco, lo bueno”.
-¿Qué impresión se llevaron sus familiares?
“A pues mucho coraje”.
–¡El calor bárbaro!
“Bárbaro, como la elección”.Por su parte la señora Lucero se llevó a pasear a toda su familia y hasta a Lisa, una perrita muy mona que hasta llevaba una falda coqueta.
“Vengo con mis hijos, mi esposo hasta el perro nos trajimos”.
-¿Cómo se llama su perro?
“Se llama Lisa, la cargo para todos lados”.
-¿Cuántas son en su familia?
“Cinco y Lisa, y dos más que tenemos en la casa, dos perritos más”.
El esposo de la señora Lucero, el señor Aarón Díaz fue muy claro, el ya votó y no dijo por quién, aplicó la del voto es libre y secreto para evitar problemas con sus parientes y amigos.
“Yo ya salí a votar, por quién, no le voy a decir para no crear conflicto con las amistades que tengo, por esa cuestión no, por lo que es de diputados y eso no”.
-¿Soltaron el cuerpo poquito?
“Sí, salimos y está lleno el malecón”, comentó.
El ambiente festivo recordó la importancia de la unidad, mostrando que más allá de las urnas, la convivencia y el disfrute compartido pueden ser el verdadero resultado de una jornada electoral, esto, sea quién sea quien resulte ganador o perdedor.
