Corre sangre en el Ejido Guasave

Guasave, Sin.- Una
verdadera trifulca más fuerte de lo que se ha acostumbrado al seno del
Ejido Guasave se armó este sábado por la mañana ante la intención del
presidente del comisariado ejidal Clemente López quien tomó la protesta a
su sucesor, en medio de golpes, gritos y policías.
La inconformidad por
parte del grupo de Ramiro Román Peña y de Ignacio Leal, tuvo que ver con
el hecho de que no se circuló una primera convocatoria pero sÍ la
segunda fechada para este sábado 26 de febrero a las 10 horas donde se
elegiría a un nuevo representante ejidal con la cantidad de miembros que
estuvieran presentes.
La asamblea inició
debajo de los árboles en el patio de la casa ejidal pero al darse
lectura al punto donde se propondrían las planillas, los inconformes
gritaban desde sus lugares que era una ilegalidad puesto que jamás se
abrió registro para las mismas ni se circuló la primera invitación.
Clemente López insistía frente al micrófono haciendo el llamado para la
presentación de candidatos.
El ?agarre? no se
hizo esperar e inmediatamente Jesús Moreno, bien conocido ya entre los
ejidatarios por su alto temperamento empezó a empujar a los del grupo
del dirigente ejidal y los golpes vinieron, volaron sillas, corrieron
personas y hasta la mesa del presidio así como el equipo de sonido que
habían dispuesto fueron rebasados.
Mientras el
comisariado llamaba a ?seguridad? los elementos municipales que se
habían dispuesto para cuidar el orden no aparecieron por ningún lado, no
fue si no hasta unos 20 minutos después cuando ya todo estaba en calma
que hicieron presencia los agentes con el director de la municipal
Leocadio Cabrera Delgado en medio de la trifulca.
Entre gritos y
descalificaciones de parte de los ejidatarios Clemente López continúo
con la asamblea y llamó al registro de aspirantes a pesar de que los
gritos de la gente le decían que no había condiciones para proseguir y
que debía clausurarla, pero aún sin micrófono y con solo unos cuantos
ejidatarios detrás de él leyó los nombres de una planilla encabezada por
Ramón Graciano a quien minutos después le tomó la protesta diciendo que
se trataba del único registro y en consecuencia era aceptado por la
mayoría, sin embargo, al someterlo a la votación de los presentes, sólo
unas manos fueron levantadas, pero fue tomada como mayoría.Al final ambos grupos
quedaron en la casa ejidal unos resguardando lo que decían se les había
arrebatado y otros firmando el acta de una asamblea que se dio entre
trifulcas y golpes.