Mazatlán, Sin.- Entre casas deshabitadas y humildes familias, que hacen de todo para sobrevivir honradamente, así es como hoy luce la sindicatura de Mármol. Entre los pobladores está Pedro Isaac Reyes Díaz, un padre de familia de 43 años de edad, quien se ha negado a dejar su terruño, y que con la captura de ostión, busca darle sustento a su esposa e hija.
Pedro, asegura que por 25 años, desde que aprendió el oficio de capturas de este tipo de almeja, lo mantiene firme y con este trabajo, contra viento y marea, con sus altas y bajas en la producción ha podido darle educación a su hija de 16 años y mantener también a su esposa, quien le ayuda con la venta de ostiones que él extrae del mar, arriesgando su vida.
Así como Pedro Isaac, hay muchos hombres que se dedican a esta actividad, Ricardo Burgueño, quien también se sumerge en el mar, buscando una manera honrada de sobrevivir ante la crisis que dejó la desaparición de la cementera en Mármol, sostienen que esta es la única fuente de empleo que existe para unos cuantos y se basan en la naturaleza.
Más de la mitad de la gente se ha ido del pueblo, y quienes aún se resisten a hacerlo muchos se dedican a capturar el ostión, pero en tiempos de veda que comprende de junio a agosto, los hombres le apuestan a trabajos de la construcción, y otros más al campo, pero eso es temporal, refiere don Pedro.
La otra alternativa de trabajo que tienen hoy en día los habitantes de Mármol, es en las casetas de peaje de la autopista Mazatlán-Culiacán, así como el comercio informal de miel y comida en el lugar, o bien emigrar al mismo puerto para tener un sustento económico y dar alimento a sus familias.
En su recorrido semanal por la zona rural, el ex alcalde de Mazatlán, Fernando Pucheta junto a su equipo visitó la sindicatura de Mármol, población conocida por la producción de ostiones, la cual se ha quedado poco a poco deshabitada, debido a la falta de oportunidades laborales, pues sobre todo los jóvenes se han ido a ciudades más grandes en busca de nuevos horizontes.
