Los Mochis, Sin.-Con el favor de Dios confiamos en que la niña regrese
sana y salva?, expresó con infinita fe su abuela materna Soledad Moreno, quien
permanece en casa esperando que los padres de la pequeña Kenia Guadalupe
de 13 años, quienes salieron a buscarla desde temprana hora, igual que el
primer día de su desaparición, regresen con buenas noticias.
Con la angustia de tantas horas de incertidumbre que le parece eterna, la abuelita dice que sólo confían
en el poder de Dios y no así en las autoridades, motivo por el que sus papás no
denunciaron formalmente el hecho ante el temor de poner en peligro a la menor.
“Ellos
no quisieron poner denuncia porque dijeron que
a lo mejor la niña peligraba. Esperamos en Dios que aparezca, tenemos
toda la fe en Dios, es el único que nos puede ayudar porque a veces la
autoridad nada y yo tengo fe en Dios que nos la va a traer?¡Con todo el corazón
le grito a Dios que me la traiga aquí?que si alguien? no pido nada yo nomás que
ya teniéndola a ella aquí, ahí que quede todo en paz?¡Pero que ella regrese!?, comentó.
Por su parte, compañeros de
grupo de la menor en la Escuela
Secundaria Técnica 2 y sus padres, están consternados ante la desaparición
de Kenia de esa forma tan abrupta, y el pavor crece con la incertidumbre de
que el hecho pudiera repetirse en sus propios hijos.
Los alumnos de secundaria dicen que ante esta difícil situación por la que
están pasando al no saber nada de la pequeña, han tomado algunas medidas sobretodo
al salir de clases acompañándose a la parada de los camiones en los casos de
compañeros cuyos padres no pueden recogerlos porque ambos trabajan hasta
tarde.
?Muy tristes porque todos
queremos que regrese, no nos han dicho nada solamente que está desaparecida y
hay que tener fe en que va a regresar. Hemos estado muy unidos para que ella
regrese y muchos nos acompañamos hacia la salida en los camiones porque hay
muchos papás que trabajan en la mañana y trabajan hasta la tarde y muchos de
mis compañeros se van en camión?
Mientras desean que Kenia aparezca pronto, sus amigos y familiares reparten
volantes con su fotografía, mandan
mensajes electrónicos, la buscan por las calles y por todos los lugares donde
esperan encontrarla sana y salva de un momento a otro.
AA
