Comienza éxodo de damnificados a sus hogares

Navolato, Sin.- Luego de que las
autoridades han restablecido  los servicios de agua potable y energía
eléctrica en gran parte del municipio de Navolato, inició el éxodo de las
familias que se encontraban en albergues de la cabecera municipal.
Así se constató en un recorrido por esos refugios
de  la Escuela de Idiomas de la UAS, donde  había 
500 personas y únicamente quedan 75, 
en cambio, en Ciudad Universitaria, el número hasta el sábado eran mil 200
y este lunes han salido poco a poco.
En estos dos albergues apoyados  por la Universidad Autónoma
de Sinaloa las familias recibieron una 
despensa y un garrafón de agua antes de abordar el autobús que los
llevaría  a sus comunidades, los  trabajos los coordinó el director  de difusión Arnoldo  Valle y el director del Centro de Idiomas, Federico Padilla.
Después 
de permanecer cinco días en estas instalaciones educativas, las personas
agradecieron el apoyo  brindado por el
gobierno y mucha gente que donó alimentos y abrigo; sin embargo, no pudieron
ocultar el  sentimiento que tienen de
regresar a sus casas donde no les quedó nada por la lluvia y el viento que dejó
el huracán ?Manuel?.
?Nos atendieron muy bien nos dieron
alimento, medicina y leche para los niños?, mi casa era de lámina y perdimos
todo, gracias que no hubo muertes que lamentar?, comentaron.
Por su parte el director  del Centro de Idiomas, Federico Padilla,  agradeció la confianza que tiene la ciudadanía
a la  UAS de llevar sus donativos
con la seguridad que serán entregados en las manos de los damnificados de
pueblo de Navolato.
?Ya hubo un éxodo de 400 personas y
quedarán unos 75 personas de varias comunidades, entre ellas, Villa Juárez,
Dautillos, Sataya, entre otras.     
La encargada del albergue en el Centro de
Seguridad Social, Alma del Rocío Ruiz Guerra, aclaró que sólo se permite la
salida de hombres que van a sus comunidades a trabajar, ya sea en el campo o la
pesca.
También se autoriza el  retorno de familias en  las  poblaciones que ya cuentan con los servicios
básicos como luz y agua  el resto se
quedarán el tiempo que  sea necesario
para protegerlos de enfermedades y que tengan segura su alimentación, lo
anterior lo decidieron las autoridades del Ejército  Mexicano y de la Marina Armada de México, como
parte del Programa DN III.IR