Colchones y muebles arrasados en la colonia Stase de Guasave; vecinos temen ante pronóstico de lluvias

Guasave, Sinaloa. Colchones que estilan, muebles reventados, ropa mojada y un intenso olor a humedad es señal inequívoca del paso del agua.

Residentes de la colonia STASE en Guasave vuelven a enfrentar los estragos de las lluvias como cada temporada. En medio del lodo y los escombros, se observan colchones empapados, muebles destruidos y electrodomésticos inutilizables. Aunque las autoridades han ofrecido cierto apoyo, como el bombeo de agua, las medidas implementadas han sido insuficientes para evitar que el líquido entre a sus hogares, provocando daños materiales considerables y, según los vecinos, un grave deterioro psicológico.

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“Nos la bombearon, pero el agua sigue entrando a las casas antes de poder evacuarla. Cuando el nivel baja, ya tenemos todo inundado, sacamos los carros temprano y subimos todo lo que se puede salvar. Pero no es suficiente. Nuestros muebles, autos y electrodomésticos quedan destruidos, es imposible vivir aquí. No podemos usar los baños, el agua contaminada sale de los resumideros. Tenemos que salir de la casa cada vez que empieza a llover fuerte”, expresó una residente que lleva mas de 28 años lidiando con esta situación.

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A pesar de las bombas instaladas por parte del ayuntamiento, el sistema de drenaje colapsó haciendo imposible que el agua salga antes de causar estragos en los domicilios.

En plena temporada de lluvias, los vecinos de STASE se ven forzados a modificar su rutina para salvaguardar lo poco que pueden de sus pertenencias.

 

Mientras señalaba las carteras de acero que tuvo que construir alrededor de sus puertas para proteger su patrimonio. Estas barreras, selladas con silicón, son un ejemplo de las precauciones que los habitantes han tomado por su cuenta, ante la falta de soluciones definitivas por parte de las autoridades.

Las condiciones en la colonia se agravan cuando el agua comienza a acumularse y el sistema de drenaje se satura. Según los vecinos, los baños se vuelven inutilizables, el drenaje colapsa y las calles quedan completamente cubiertas por el agua, comentó otra vecina mientras mostraba cómo sus paredes están llenas de humedad.

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El daño a la vivienda no se limita a las inundaciones visibles. Con cada lluvia, las paredes se humedecen, lo que provoca graves problemas estructurales y de salud. “Toda mi casa está llena de humedad. No es agua llovida, es el agua sucia del drenaje que se filtra. Mi hija padece de alergias, y vivir así es un riesgo para su salud”, añadió López, refiriéndose al constante olor a humedad y moho en su hogar.

Daño psicológico y frustración ante la falta de soluciones.

Los habitantes de la colonia STASE no solo enfrentan la pérdida de sus pertenencias materiales, sino que también mencionan los efectos psicológicos que han experimentado después de años de vivir con la incertidumbre de las lluvias. “Es un daño psicológico enorme. Cada vez que llueve, sabemos que debemos correr a subir los muebles y salirnos de nuestras casas”, explicó otra residente.

Las autoridades han intentado mitigar el problema instalando bombas para evacuar el agua, pero los vecinos afirman que esto es solo un paliativo que no soluciona el problema de raíz. “El agua llega a nuestras casas antes de que puedan bombearla al canal. Para cuando logran sacarla, ya todo está inundado. Las bombas nos evitan tragedias mayores, pero nuestras viviendas están completamente afectadas”, lamentó un vecino.

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Un proyecto estancado

Los habitantes de la colonia han señalado repetidamente que la solución a esta situación sería la construcción del colector pluvial norte, un proyecto que ha estado en proceso durante varias administraciones municipales sin llegar a concretarse. “Ese proyecto un proyecto que ha estado en proceso durante varias administraciones municipales sin llegar a concretarse. “Ese proyecto está embrujado, parece que nunca va a avanzar. Cada administración lo retoma, pero siempre se detiene por un motivo u otro”, comentó un vecino que lleva 28 años viviendo en la colonia y que ha sido testigo del deterioro progresivo de la zona tras la construcción de una carretera lateral, que agravó los problemas de drenaje.

A pesar de la voluntad mostrada por algunos funcionarios, como el alcalde Martín Ahumada, los vecinos expresan su escepticismo de que el proyecto finalmente se lleve a cabo. “El doctor Ahumada nos prometió que lo resolvería, pero el tiempo se le viene encima y aún no ha cumplido. Lo mismo pasó con otros políticos antes que él”, señaló otro residente.

La colonia STASE es el hogar de unas 50 viviendas, todas afectadas en mayor o menor medida por las inundaciones. Los vecinos no tienen otra opción que quedarse, ya que, como afirman, nadie compraría una propiedad en esas condiciones. “Esta es nuestra casa, nuestro patrimonio. ¿A dónde nos vamos a ir? Aquí vivimos bien cuando no llueve, pero las lluvias nos están destruyendo”, concluyó López.

Mientras tanto, los residentes siguen a la espera de una solución definitiva que les permita vivir sin el temor constante de perder sus pertenencias y su bienestar emocional cada vez que cae una tormenta.