Culiacán, Sin.- Aunque las lluvias traen bonanza a las comunidades rurales, cuando éstas son copiosas también se vuelven un problema, como ocurre en las comunidades de Jacola y Nicolás Bravo de Baila, donde cada año 180 familias ven afectado su patrimonio ante las inundaciones.
Durante la última lluvia intensa, en dichos puntos las lluvias entraron a los hogares, donde alcanzaron una altura de 70 centímetros, lo cual provocó que mesas, sillones y otros muebles se perdieran por completo.
El coordinador de PC Culiacán, Jesús Bill Mendoza Ontiveros, realizó un recorrido por estas zonas y se comprometió a desazolvar dos arroyos para evitar inundaciones.
Dijo que por instrucción del presidente municipal Juan de Dios Gámez Mendívil, se atendió la demanda de los afectados y se hicieron compromisos para evitar más situaciones lamentables.
“Vamos a traer la maquinaria a través de la coordinación de la Secretaría de Obras para poder hacer el desazolve del canal, que es el que en un punto hace el taponeo, se forma una represa y hace que se inunden estas viviendas”, comentó.
Asimismo, supervisaron algunos puentes en el Cerro Culagua y se hizo el compromiso de solucionar el desperfecto de uno de ellos, que permitirá a las personas resguardarse cuando se inunden las zonas bajas.
Durante el recorrido se gestionaron sillas de rueda, enseres domésticos y pañales para una familia integrada por personas con capacidades diferentes, quienes también resultaron afectadas recientemente por las precipitaciones.
Además, se supervisó el refugio temporal de la cabecera municipal de Baila, el cual se habrá de reforzar con colchonetas, cobijas, además de que se enviarán más alimentos. Dicho refugio se mantendrá habilitado estos días, ya que este fin de semana se esperan lluvias copiosas en la entidad.
