Culiacán, Sinaloa. – En un recorrido por las instalaciones del mercado Gustavo Garmendia en la ciudad de Culiacán, amas de casa se quejaron de los incrementos desmedidos en los precios que han tenido los artículos de la canasta básica como el huevo, la carne, el pollo, pescado, frutas y verduras.
En entrevista, la señora Yolanda comentó que su esposo gana mil 500 pesos a la semana, y ahora todo está muy caro, ante ello, se han visto obligados a limitarse en algunos platillos en casa porque no les alcanza para los cuatro integrantes de la familia.
Se quejó que todo sube, menos el salario lo suficiente para alimentarse, y aparte el gobierno autoriza incrementar el servicio del transporte urbano sin preguntar a los usuarios si están de acuerdo, y del recibo de la luz ni hablar, porque está pagando en abonos los mil 500 que le llegaron hace unos días.
“El huevo igual, bien caro oiga también, carne no comemos ya, el pollo sí está un poquito más accesible, pero la carne ya no, comemos ‘cada caída del cielo’”, recriminó.
Mientras pedía medio kilo de carne, doña Mary se quejó que todos los días en el mercado algún producto sube su valor, pero el más variable es el huevo que oscila entre los 86 y 92 pesos la cartera con 30 piezas y el aguacate alrededor de 100 pesos de acuerdo con su calidad, y ahora la sorpresa la dio el nuevo precio de la tortilla a 23 pesos el kilo, pero, todo esto ocurre desde que inició la emergencia sanitaria por el COVID-19.
“De la pandemia para acá subió más, y luego ya subió la tortilla, estaba en 22 y ahorita está en 23 el kilogramo y no se sabe si le van a subir más el costo”, se quejó.
Mientras despachaba en su local de quesos y huevo, Martín admitió que desde enero de este año el huevo ha subido su precio más de 20 pesos la cartera con 30 piezas y esto seguirá al alza, mientras el argumento de los productores es que está muy caro el alimento para las gallinas, y mientras los clientes se enojan con el comerciante llamándolos abusivos.
“Ahorita va a 86 ya y va para arriba el precio, la gente se enoja con uno, pero más que nada el problema son los productores y lo que consumen las gallinas”, argumentó.
Finalmente, el locatario propuso como una posible solución para bajar el costo del blanquillo a favor del consumidor, es que el gobierno otorgue un subsidio económico a los granjeros para abaratar sus costos de producción.
