Culiacán Sinaloa. – La quinta ola de la pandemia del COVID-19 que resurgió en México no tendrá repercusiones graves como las cuatro anteriores, ya que actualmente se tiene casi a toda la población vacunada contra el virus y son mínimas las personas que son hospitalizadas y que fallecen, consideró Germán González Bernal, presidente de la Cámara Nacional de la Industria y Alimentos Condimentados (Canirac).
Expresó que ahorita vienen en franca recuperación con los procesos de vacunación que han avanzado en el país, con un control de la epidemia, y con ello, la gente se ha animado a salir mucho y los restauranteros siguen apretando los protocolos de higiene establecidos por las autoridades de Salud federal y estatal.
En ese sentido, observó que se ha visto una franca recuperación desde el último trimestre del año 2021 al semestre de este año 2022, con el brinco que se dio a la cuarta ola de enero y febrero.
Entrevistado durante la Cena Trayectoria Canirac, delegación Culiacán, González Bernal lamentó que, en el punto más álgido de la pandemia, a finales del año 2020, cerro el 15 por ciento de los negocios, es decir,120 mil de 600 mil agremiados, y lamentablemente ya no pudieron abrir 85 mil.
“La quinta ola es diferente porque los casos son bastante moderados, la gente se enferma y no ha habido hospitalizaciones, afortunadamente tampoco ha habido muchas defunciones, pero, sí se está sintiendo que la gente se está cuidando más, está más atenta a la enfermedad, pero hoy tenemos otras condiciones por el tema de la vacuna y lo que conocemos del virus”, puntualizó.
Con relación al tema de la inseguridad que priva en el país, el líder restaurantero admitió que tienen problemas en varios estados del país con el cobro de cuotas para dejarlos trabajar y las balaceras en bares y restaurantes que protagoniza el crimen organizado, lo cual no que se considera grave en Sinaloa, sin embargo, les preocupa la seguridad de sus trabajadores y clientes.
Finalmente, se refirió al tema de la inflación y la guerra entre Rusia y Ucrania, señaló que esto a provocado importantes incrementos en los precios de todos los insumos para preparar los alimentos, además los combustibles como la gasolina, diésel, energía eléctrica y el gas, que les han representado hasta un incremento general del 15 por ciento en los costos del establecimiento, donde algunos socios han tenido que modificar los precios de la carta a los comensales, aunque no es lo deseable porque se va perdiendo clientela que prefiere comer en casa.
