Culiacán, Sinaloa.- Van casi 50 días en que los abuelitos del albergue “El Buen Samaritano” viven en su mayoría bajo techos de cobijas y sábanas donadas, con las pocas pertenencias que lograron salvar de aquel incendio que ocurrió a finales de abril, y la necesidad imperante sigue siendo la misma: el apoyo de Gobierno para vivir en condiciones dignas.
Los escombros del incendio ya no están, pero una pila de basura con colchones, bases de camas, silla de ruedas, maletas, muebles, troncos, ropa y más ropa, ha quedado a la intemperie y a pocos metros, una lona es el único techo que tienen en la zona común del albergue para los 33 adultos que habitan en el lugar, por el momento.
El encargado del “Buen Samaritano”, Luis Ochoa, al mismo tiempo que reconoce las donaciones de la ciudadanía con alimentos y el proyecto de construcción de seis cuartos que grupos sociales están trabajando, aprovecha la llegada del nuevo alcalde, Juan de Dios Gámez Mendívil, para invitarlo al albergue y se comprometa a rescatar su hogar.
“Es lo que estamos necesitando con urgencia, lo que son las instalaciones, porque a causa de las malas instalaciones que teníamos, se vino este siniestro, este incendio que nos puso realmente en una situación muy difícil, más vulnerable, por un lado, a las personas, y por otro, el riesgo que se corrió de que pudiéramos haber perdido alguna vida”, expresó.
Aunque ya no viven en la banqueta, todavía hay un cuartito temporal afuera, sin la seguridad pertinente que requieren las personas; por un costado, no está la reja que tenía y lo único que les da un poco de privacidad son las cobijas que se han acomodado como pequeñas paredes.
El pastor encargado, reconoció que el Ayuntamiento cuando Jesús Estrada Ferreiro aun no era desaforado, los apoyó con la instalación eléctrica nueva y limpiaron el albergue, pero queda pendiente que retiren el resto de la basura, y aunque había un compromiso de construir un techo, este no se logró por el cambio de presidente municipal.
En el albergue del Sistema DIF Sinaloa, están en resguardos entre 15 y 20 adultos mayores, la cifra ha disminuido porque los mismos abuelitos prefieren “El Buen Samaritano” para salir a la calle a caminar y no estar siempre encerrados.
La buena voluntad de los culiacanenses no los ha soltado y por fortuna, agradece Luis Ochoa que la comida no ha faltado en la mesa, pero las necesidades siguen, y para esto, no dejarán que el gobierno municipal los olvide, de ahí, que la invitación a Juan de Dios Gámez Mendívil, para visitarlos está más vigente que nunca.
