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Culiacán, Sinaloa.- Sinaloa y México está de luto por los feminicidios que no cesan en el país, por la vida de las niñas y mujeres que llegan a sufrir de violencia de género y para recordarle a gobierno que tiene una deuda, un grupo de feministas se vistieron con un velo negro en la exigencia de que se proteja a las mujeres.
Pocas, pero con el propósito firme de mostrar en las calles la violencia que sufren las mujeres, feministas sacaron las cruces color rosa con los nombres de las mujeres que fueron asesinadas “Itzel”, “Evelin”, “Karen”, “Jovana”, Cinthia Karely”, “Marcelina” y una más con la leyenda “sin identificar”, es lo que se leía, una muestra de la realidad que se vive en Sinaloa.
La vocera del colectivo “No se metan con nuestras hijas”, Priscila Salas, destacó que a nivel nacional solo cuatro estados no cuentan con una declaratoria por alerta de violencia de género, sin embargo, no hay resultados visibles de que las políticas públicas en materia de prevención estén funcionando.
“Las mujeres están preocupadas por el incremento de la violencia contra las niñas, adolescentes y mujeres y la ausencia de política pública que sea adecuada, ya no solamente para erradicar este tipo de violencia, sino también para prevenirlas, porque no queremos seguir contando asesinadas, golpeadas, desaparecidas, queremos que esto deje de pasar”, declaró.
La defensora de los derechos de las mujeres expresó que se necesita que haya una voz pública de emergencia, en donde se una la sociedad para poder exigir un alto a la violencia.
Reitero que a nivel nacional hay una emergencia nacional, existe en México una crisis humanitaria de violencia de género, desapariciones y violencia sexual, la cual se tiene que atender de manera adecuada y por esto se exige, a gobierno que pase algo que ayude a prevenir las violencias.
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Luego de que en la entidad ha aumentado la presencia militar para reforzar los operativos de seguridad, Priscila Salas explicó que cuando las fuerzas de seguridad llegan a un lugar, la violencia de género aumenta, lo que considera no es una política pública adecuada para atender la violencia contra las niñas, adolescentes y mujeres.
