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Culiacán, Sinaloa.- En el 2011, a Leticia Hidalgo de Nuevo León le secuestraron a su hijo un grupo armado, a 11 años después concluye que las instituciones no responden a la tragedia humanitaria que se vive en cada entidad federativa, donde prevalece la incompetencia e indolencia, por lo que exigió impulsar instituciones, mecanismos y funcionarios capacitados para atender estos casos.
Así lo expresó durante el foro “Un Corazón que encuentra tesoros: Y me fui a buscarlo y lo encontré”, que realizó el Colectivo 50+1 a través de la Comisión Nacional de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia con Mujeres Rastreadoras de Coahuila, Nuevo León y Sinaloa, con el objetivo de unir esfuerzos.
Por su parte, Silvia Elida Ortiz, Rastreadora de Coahuila y fundadora del Grupo Vida AC, expuso que realiza trabajos de búsqueda desde 2004, año en que desapareció su hija y ha impulsado la marcha del 10 de mayo donde participan cientos de familias cada año para motivar la búsqueda de personas.
Señaló la importancia de capacitación a grupos de búsqueda y colectivos para conocer de las instituciones, mecanismos y herramientas para reconocer restos humanos, así como de reconocimiento en lo han determinado campos de exterminio pues se han encontrado en una sola zona más de 100 personas.
En ese sentido, la sinaloense Mirna Medina, que encabeza el Grupo de Rastreadoras de El Fuerte, quien empezó en 2014 tras la desaparición de su hijo Roberto Corrales, comentó sobre la falta atención y reconocimiento de las desapariciones, y que, a pesar de ya contar con una Ley de Desaparición forzada, así como una Ley General de Victimas, aún falta mucho por hacer, donde comento sobre la especial atención que se le debe poner a la población de entre 15 y 35 años, segmento de edad con mayor índice de este delito.
Por su parte, Erika Sánchez, presidenta del Colectivo 50+1 Capítulo Sinaloa, celebró el esfuerzo del colectivo nacional al visibilizar las desapariciones, y poner los medios al unir esfuerzos con otras organizaciones de sociedad civil, que coadyuven en la eficacia de las instituciones, pues destacó que en México hay cerca de 100 mil desapariciones.
Se pronunció por la exigencia de áreas especializadas en identificación forense, que den celeridad al reconocimiento de estos tesoros de miles de familias.
“Hoy entre las conclusiones vimos la imperiosa necesidad de un área especializada de reconocimiento forense, que en todo el país es una de las instancias de las que más adolecen, porque ya que se encuentran restos en el reconocimiento pueden pasar años”, dijo.
Destacó que unir el conocimiento es una tarea diaria de 50+1, esta vez por tener una sociedad cada vez más informada del contexto de las desapariciones.
