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Culiacán, Sinaloa. – Hablar de Rosario Ibarra de Piedra es hablar de la pionera de los derechos humanos en México, expresó la coordinadora del Grupo Parlamentario del PAS, Alba Virgen Montes Álvarez.
Recordó que Ibarra de Piedra inició su lucha tras la desaparición de su hijo Jesús Piedra Ibarra, el pasado 18 de abril de 1975, en manos de agentes de la Dirección Federal de Seguridad, una policía anticonstitucional creada por el gobierno para reprimir las protestas de los estudiantes, iniciando en el año de 1966 y que duró hasta 1977.
“Para mí, Rosario Ibarra de Piedra fue una mujer congruente y desafiante ante las injusticias sociales; una mujer convincente en su lucha, buscó siempre que los mexicanos tuviéramos un estado de derecho y que a la población se le garantizara su libertad”, dijo.
Montes Álvarez agregó que en el peregrinar en la búsqueda de su hijo se encontró con decenas de madres también con hijos desaparecidos, por lo que en 1977 conformó el Comité Pro-Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos de México, conocido como Comité ¡Eureka!
En su lucha, subrayó, se enfrentó al Estado con movilizaciones, entre ellas la huelga de hambre de agosto de 1978 frente a la Catedral de la Ciudad de México, suceso que dio como resultado que se promulgara la Ley de Amnistía por la que mil 500 presos políticos salieron libres y 57 exiliados regresaron al país.
Por su parte, la diputada de Morena, María Aurelia Leal López, expresó que la muerte de Ibarra de Piedra se trata de la partida de una figura histórica de la izquierda en México.
“Por su tenacidad, Rosario Ibarra de Piedra se convirtió en un símbolo de lucha por los desaparecidos. México pierde una gran mujer”, dijo.
Rosario Ibarra fue candidata al Premio Nobel de la Paz en varias ocasiones, y en 1982 fue la primera mujer candidata presidencial en México, candidatura que repitió en 1988.
Asimismo, Ibarra fue senadora de la República y recibió la medalla Belisario Domínguez, por el Senado.
