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Culiacán, Sin.- “Tengo mi niña y quiero mi vida de vuelta”, expresó en forma molesta Luis Geovanny, en lo que sería el juicio oral para la sentencia por feminicidio de la joven Michel Estefanía, que de nuevo fue diferida, como ha ocurrido en cinco ocasiones, porque el imputado rechazó a los defensores de oficio, al exigir un abogado particular que no se ha presentado a ninguna de las audiencias.
El imputado rechazó a los tres defensores de oficio asignados, e insistió que su defensa la hiciera un abogado a quien él paga pero que dijo que las audiencias las hacen cuando él está en otras audiencias del ámbito federal, por eso de nuevo no se presentó, además, se informó por parte de la Fiscalía, el MP y asesor victimal, que el abogado en mención no contaba con cédula profesional, y que no ha comparecido cuando se le ha citado, las anteriores, incluidas las más recientes, el 26 de enero y 18 de febrero de este año.
La familia y la defensa de la víctima en un receso antes que la juez autorizara cambiarle la fecha de la audiencia, lamentaron que es lo mismo de siempre para retardar el juicio, como lo ha hecho desde la primera audiencia, el 15 de octubre del 2020.
En la entrada, el personal de recepción preguntó por el número del caso.
“Aquí no hay nombres señora, todos somos números”, expresó, por el número de expediente, el 1703 que le corresponde a Michelle Estefanía, la joven de 21 años asesinada en la colonia Esperanza el 7 de diciembre de 2019.
Michel Estefanía era su nombre, ahí afuera estaba su madre doña Rosario, su hermana, su prima para recordarla, y exigir que se haga justicia por esa joven que apenas era estudiante de preparatoria, se puso de novia y se fue a vivir con su pareja y tuvo una hija con Geovanny “N”, el hoy acusado.
Cuando fue asesinada de cuatro balazos en la calle, la joven acababa de cumplir 21 años, su domicilio era el mismo del presunto responsable de la agresión, su pareja, a quien había denunciado en septiembre del mismo año de su asesinato, por violencia intrafamiliar, y tenía una orden de restricción.
En su momento, la Fiscalía informó que había orden de restricción que impedía que su pareja se acercara a ella y a su pequeña hija Kendra Michel.
La familia refiere en el receso antes que la juez anunciara una nueva fecha para la audiencia, que la joven lo había dejado pero ya la había amenazado de muerte por eso había orden de restricción, pero ella regresó de nuevo con él a la casa de los suegros, donde ella no podía ni tener o contestar su propio teléfono porque se lo quitaron.
Junto con personal del MP y Fiscalía, platicaron cómo sucedieron los hechos aquel sábado 7 de diciembre, cuando según las primeras declaraciones, el responsable la agarró de los cabellos y le disparó delante de su familia, un hermano del presunto agresor que ahora no pueden localizar para que declare ante el juez, porque él fue testigo de los hechos cuando la joven quedó tirada en la calle, ya muerta, frente a la vivienda porque cuando llegó una ambulancia, ella ya no tenía signos vitales.
