Sinaloa.– La que durante la mañana y mediodía del lunes 13 de septiembre aún funcionaba como zapatería en pleno centro de Culiacán, hoy luce desolada, desprovista del bullicio y la entrada de salida de clientes.
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En su lugar, fierros retorcidos, mangueras que en su momento llevaron los cables de electricidad, sobresalen de sus paredes, y al centro, baldes, escombros, barrotes de madera sosteniendo los endebles costados.
Soledad y silencio en la zona que por momentos se sorprenden por el bullicio de zonas cercanas que mantienen su actividad o por el de elementos policiacos que mantienen cercada el área del derrumbe para prevenir un nuevo incidente.
En punto de las 18:30 horas este lugar se estremeció, no fue un sismo, muchos asumen que la antigüedad del lugar u obras cercanas, reblandecieron la estructura que colapsó, dejando sepultadas a cinco personas, de las cuales cuatro sobrevivieron y hoy reciben cuidados médicos, pero no Susana, ella falleció en el lugar cuando el cielo literalmente se le vino encima.
De la tragedia que deja a un hogar en luto, hoy quedan los escombros, la tristeza y hasta el momento una investigación que sigue para dar con la causa real de este colapso, que tiene paredes con el riesgo de caer, de sillas que en algún momento ocuparon clientes o empleados que hoy ven su lugar de trabajo destruido.
Las acciones en las calles calles Ángel Flores y Rubí, en pleno centro de la capital sinaloense, se mantienen en pausa, perola vigilancia y el cerco que impide el paso seguirá ahí, hasta que la reconstrucción llegue, o se determine que el retorno será imposible debido a lo endeble de la estructura.
