Culiacán, Sin.- La sinaloense Nayely Medina, radicada desde hace 10 años en la India, en el sur de Nueva Delhi, compartió a Línea Directa su experiencia ante la situación que se vive en ese país con la segunda ola de contagios de coronavirus y que el lunes alcanzó cifra récord con 3500 muertes y 400 mil nuevos casos en un solo día.
Relató que las personas, no salen de sus casas porque ha sido tan fuerte lo que han visto y vivido, que les da miedo enfermarse y no recibir atención médica como les ha pasado a tantos ciudadanos por el colapso de hospitales.
Platicó que desde marzo del año pasado está trabajando desde casa para una empresa de cosméticos y el hecho de no salir, no tener una vida social como antes y ante la situación que se vive, ha experimentado un carrusel de emociones.
“Es como un carrusel de emociones entre normal, depresivo, pensando, reflexionando, había tenido miedo porque dije, me llego a enfermar y pues quieras o no quieras estás solo, lejos y si sabes que los ciudadanos no están siendo atendidos, tu como extranjero quien te dice que vas a encontrar apoyo”, dijo.
Nayely indicó que las noticias que llegan hasta México es solo lo que sucede en los hospitales y crematorios improvisados, pero no se ha visto otras tragedias como las miles de personas, que se quedaron sin empleo y tuvieron que trasladarse a pie a otros estados y la depresión que se vive en muchos hogares.
Manifestó que le toca ver imágenes de México, especialmente de Sinaloa y pareciera que en este lugar no hay pandemia.
“Yo los veo ahí en la tele como si vivieran en otra realidad, otro mundo, donde no hay pandemia, no existe eso allá y yo veo la gente aquí que la están quemando, que las están aventando a fosas comunes, que no tienen espacios donde enterrarlos ni espacio donde tirar las cenizas, o sea, dices: ¿es el mismo planeta?”, expresó.
Expresó que de repente sí extraña su tierra, Culiacán, pero en estos días el miedo de estar en la India, el epicentro del COVID-19, ha disminuido al ver que ya empezaron la vacunación de 18 a los 40 años de edad, pero no sabe cuándo le tocará porque es tanta la demanda que no ha podido hacer su cita.
