Al momento

Sinaloa

‘Ninguna madre debería sufrir esto, se acaba la vida’: Carmen perdió a su hija ‘Vero’ un 9 de mayo

Cada Día de las Madres, Carmen recuerda a Verónica para no olvidar que tienen un festejo pendiente desde hace 12 años; a su hija se la ‘llevaron’ mientras estaba en el Centro de Culiacán

| Internet

Culiacán, Sin.- A Verónica la levantaron el 9 de mayo del 2009, y al día siguiente amaneció calcinada en La Costerita. Su madre, quién se preparaba para su festejo, fue a reconocerla a la Semefo ese 10 de mayo. Hoy, a doce años de distancia, María del Carmen Pacheco pasará el día en el panteón, llorando por su Vero y por la justicia que nunca llegó. 

Verónica tenía 18 años, era bisexual y vivía con su mamá en un departamento del centro de Culiacán. La tarde antes de ese 10 de mayo se “alicusaba” para ir a comprarle ropa a su madre. Vero siempre salía con un pantalón flojo, una playera tipo polo y su gorra. “Me va mejor vistiendo de niño que de niña”, reconocía sin problema alguno. 

Le avisó a su mamá que iba al Centro Joyero y que regresaba para cenar. Carmen la esperó y en la noche le llamó para ver dónde andaba, le dijo que ya iba en unos minutos. Se durmió esperándola y al día siguiente salió a trabajar muy temprano sin saber si había llegado.  

Verónica era la menor de 3 hijos, la más apegada a Carmen y quién la cuidaba más. Extrovertida y atrabancada es como la recuerda, no le tenía miedo a la discriminación ni a los chismes y desde muy niña le confesó a su madre sus preferencias sexuales, algo que no trascendió mucho en la relación con su madre, pues ella siempre la apoyó.  

Dicen los testigos que ese 9 de mayo, una camioneta 4×4 llegó a la esquina de Juárez y Rubí, en pleno Centro. De ella bajaron 4 hombres “enriflados” preguntando por un morro, también dicen que agarraron a “la Vero”, la subieron y se fueron “en chinga”.  

En la madrugada se reportó una mujer calcinada en La Costerita, a la orilla de la carretera. A Carmen la fueron a buscar unos ministeriales a su departamento; ella iba llegando del trabajo y salió en fachas, le dijeron que su hija estaba muerta y tenía que ir a reconocerla. 

“Yo me fui en shorts a la Semefo, ahí estaba mi hermano ya. Yo pasé a ver el cuerpo de mi hija y me la dejaron irreconocible. Perdí el control, recuerdo, lloré mucho”, cuenta la madre de Verónica. 

Doce años de injusticia e impunidad se le marcaron en el rostro a Carmen, quién cuenta que su vida nunca fue fácil; huérfana desde los 6 meses, madre a los 19 y prostituta ocasional para mantener a sus hijos. Pero Carmen no se queja y asegura con mucha nostalgia que si su Verónica estuviera viva, sería la mujer más feliz.  

María del Carmen dice que ninguna madre debería sufrir perder así a sus hijos, que se le acaba la vida, también le cuestiona a Dios que si para cuándo le va a tocar ser feliz, pero Dios parece no querer contestar; ella sonríe amargamente, como conociendo la respuesta. 

A Verónica la cremaron y por 10 años reposó en la sala de su madre. Hace dos años, Carmen consiguió un espacio en la cripta de su bisabuela y logró darle sepultura a los restos de su hija.  

Carmen le habla a la tumba de Verónica como si estuviera viva, se despide y promete que volverá al día siguiente; prende su bocina portátil con canciones de aquella época cuando, en su memoria, todo era perfecto y se va, con el corazón apachurrado y una canción entre sus labios.

Fuente: Internet

Fotografía de perfil de Jesús Verdugo

Jesús Verdugo

FotógrafoReportero

Jesús Verdugo

Ver más

Al momento

Suscríbete a nuestro boletín

Para tener la información al momento, suscríbete a nuestro boletín en el tendrás las últimas noticias de Sinaloa, México y el mundo.