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Culiacán, Sinaloa.- Desde que inicio la pandemia del COVID-19, febrero del 2020, en Sinaloa han cerrado sus puertas más de 12 mil pequeños y medianos comercios y los que sobreviven están “tambaleando” por falta de apoyos emergentes del gobierno, lamentó Óscar Sánchez Beltrán, presidente de la Unión de Locatarios del Centro de Culiacán (ULCC)
Ante esta situación económica, el gran reto que enfrentará el gobernador entrante Rubén Rocha Moya, será el de reconstruir el sector comercial y empresarial, el cual fue devastado por la pandemia, lamentó el líder de los comerciantes.
Lamentó que al bajar sus cortinas por falta de liquidez y nulas ventas generaron una ola de desempleo y crisis económica en las familias sinaloenses, al no poder llevar el sustento a sus hogares.
Sostuvo que tan sólo en Culiacán cerraron cerca de mil 800 micronegocios y pequeños comerciantes; de estos 500 pertenecen al centro de la ciudad y el resto en las colonias y comunidades.
Sánchez Beltrán, recordó que en campaña Rocha Moya dijo a los comerciantes que gobernaría para todos, pero en especial a los más pobres y modestos empresarios y es lo que se espera.
“Ocupamos mucha ayuda, los negocios que están abiertos están “tambaleando” por falta de liquidez, es urgente que recibamos apoyo para poder seguir abiertos y generar empleos y economía”, pidió.
El líder de la ULCC, señaló que esperan tener un buen acercamiento con el nuevo titular de la Secretaría de Economía y ver si tendrá el perfil social de la Cuarta Transformación que encabeza el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Por último, consideró que es urgente levantar el sector comercial y empresarial, ya que este genera alrededor del 70 por ciento del empleo en Sinaloa.
