Buscan en la carpintería alejarse del ocio y su liberación

Mazatlán, Sin.- Desde
hueveras, portallaveros, alhajeros, portaencendedores, especieros, cuadros,
dulceros y hasta sillas y comedores son algunos de los artículos que los reos
del Cecjude de Mazatlán han puesto a la venta del público.
En el interior del penal, la
mayoría de los internos busca insertarse en alguna actividad productiva para
ocupar el tiempo de su condena, que para ellos parece ser eterno. Además de la
herrería, la cocina y el taller de refrigeración, la carpintería se ha
convertido en el refugio de su ansiedad y una de las mejores maneras de
alejarse de malos pensamientos, en búsqueda de su readaptación social.
?Yo tengo un año, dos meses y
me acusaron de un robo. Pero pues ni modo, todavía no me sentencian. ?Tú ya
sabías de carpintería- sí, poco, aquí me vine a enseñar más?.
?Si es laborioso- cuánto le
lleva hacerlo- tres días. Por un asalto, me faltan unos meses nomás, ya me
hicieron estudios, ya, ya falta poquito?. 
Algunos ya han sido
sentenciados, otros más esperan por su condena; sin embargo, la mayoría de los
carpinteros del Centro de Ejecución de las Consecuencias Jurídicas del Delito
han optado por trabajar desde temprana hora en sus modelos con acabados únicos
de madera en el taller en el que entre aserrín, pegamento y resina pasan sus
días, procurando aportar desde adentro del encierro un ingreso a sus hogares en
el exterior.
?Somos empresarios?.
?La mayoría de los que estamos aquí, sabemos de
todo?.
?Si, pues se lleva como dos días esto, pero no gana
uno mucho, está muy caro el material pues. Pero, ahí da vuelta la moneda,
inviertes y le ganas. Si te ganas 200 pesos son buenos, de eso a nada, aquí 200
pesos es un dineral?.
Para el director del Cecjude, Rafael Báez Sidar, la
actividad se ha convertido en uno de los mejores mecanismos por los cuales
apoyados por un consejo técnico interdisciplinario los internos consigan más
rápidamente su libertad.YRM