Banda de ?húngaras? asaltan a personas de la tercera edad

Ejido Mochis, Sin.-
Aceptar regalar un vaso con agua a personas desconocidas y abrirles la puerta
de sus domicilios puede resultar peligroso y ser víctima de una banda de
delincuentes ?presuntamente húngaras? que tomaron como su centro de operaciones
algunas comunidades rurales del municipio de Ahome.
En la sindicatura
central, conocida como ejido Mochis, han repuntado los asaltos domiciliarios
siendo presa fácil personas de la tercera edad, quienes son beneficiadas con
recursos de los diversos programas.
Una de las víctimas
de esta banda de delincuentes es una persona de 77 años, quien narra que una
mujer llegó a su domicilio, pidió un vaso con agua, se introdujo y la encerró
en una de las recámaras para golpearla y cometer el asalto.
?Llegó la señora y
me pidió un vaso de agua, una mujer; y luego, mientras yo dándole agua, ella se
metió pa?dentro y me cerró la puerta del medio con llave para que no entrara?,
expresó.
-¿Fue mujer quien
la asaltó?
?No, fueron varios?.
-¿La golpearon?
?Sí, me golpeó la
espalda y me apretó el buchi y me tapo la boca pa?que no hablara?.
Otra de las víctimas
también de 77 años de edad  detalla que
la misma banda de ?húngaras? llegó hasta su casa y utilizó el mismo sistema de
operación, argumentando también que le permitiera pasar porque le resolvería
algunos problemas familiares.
?No tengo nada de
dinero ni pa?las cocas ni pa?las tortillas y me dijo: ¡sí tiene dinero guardado
pero no es de usted,  es ajeno y no puede
utilizar ese dinero y al rato??
?Me dijo: métase
aquí ?al cuarto- y deme las llaves de las cómodas yo le voy a buscar el dinero?,
 y me acostaron en la cama eran dos?,
narró.
En el primero de
los casos, la banda de delincuentes ?dos mujeres y un hombre?, se llevaron 3
mil 200 pesos, y en el segundo no pudieron cometer el robo gracias a la
intervención de los vecinos.
Las presuntas
?húngaras? acuestan a las víctimas en la cama y proceden a esculcar todo el
domicilio para llevarse dinero y objetos de valor; los presuntos delincuentes
operan en un automóvil blanco que se estaciona frente a los domicilios a
atacar. YRM/AA